Más de 200 policías protestan en la capital riojana en reclamo de un
aumento salarial. En Neuquén, la fuerza provincial también pide una
mejora. En Olavarría, provincia de Buenos Aires, efectivos redujeron los
patrullajes.
Después de la protesta de los policías
cordobeses, que derivó en una ola de saqueos y robos generalizados por
la capital provincial, el reclamo de policías provinciales por mejoras
laborales se trasladó a La Rioja, Neuquén y Olavarría, al sur de la
provincia de Buenos Aires.
En La Rioja se vivieron momentos de
tensión, temor e incertidumbre luego de que la fuerza de seguridad
iniciara anoche una movilización y amenazara con acuartelarse si no
reciben una recomposición salarial, presentada a las autoridades, a
través de un petitorio de 16 puntos.
Desde anoche, más de 200
policías están "en asamblea" en la Plaza 25 de Mayo, la principal de la
capital riojana, donde fueron convocados por el gobierno de Beder
Herrera para negociar. Hubo tres reuniones en la madrugada, pero aún no
se llegó a un acuerdo y sigue la protesta.
Según
informan medios locales, los policías amenazan con acuartelarse desde
hoy si no reciben un incremento salarial. Piden un básico de 8 mil
pesos, pero las autoridades ofrecieron en la madrugada 3 mil, pagadero
en tres cuotas, lo que fue rechazado por los efectivos. A las 5, recibir
otra oferta, también de pago escalonado, que aún está siendo analizada
por los policías. Mientras tanto, aseguran que garantizan la seguridad
social.
Sin embargo, comerciantes y vecinos reportaron algunos
disturbios, robos y hasta saqueos. Un comerciante de celulares, Juan
Tello, denunció a la prensa el saqueo de una gran cantidad de equipos
(40 teléfonos) y dinero en efectivo (20 mil pesos) de su local.
Al
lugar acudió el jefe de policía, José Bonader, quien les pidió primero
tiempo hasta esta tarde para concertar una reunión con el ministro de
Hacienda provincial, Ricardo Guerra, quien no se encuentra en la
provincia. Sin embargo, el funcionario dijo a Radio Independiente que
"no vamos a hipotecar la provincia".
Según explicó, "se hizo una
propuesta importante pero hay una posición cerrada y muy dura con cifras
que no nos resultan factibles afrontar". "Los márgenes son finos y
escasos para hacer ofrecimientos con una prudencia que nos permita
sostener en el tiempo", completó Guerra.
También habló del efecto
"domino" que el aumento dispararía en otros servicios esenciales como
salud y educación. Manifestó que el 80% de los recursos de la provincia
son para pagar sueldos, y explicó que se reparten en unos 70 mil
empleados, y que los agentes representan alrededor de 3500 personas.
Bonader,
en tanto, señaló que evalúan pedir la colaboración de Gendarmería
Nacional para evitar cualquier tipo de actos violentos.
También hay tensión en Neuquén
Una
madrugada de incertidumbre se vivió frente a la Jefatura de la policía
del Neuquén, donde alrededor de 500 personas, entre uniformados
retirados y familiares de policías cortaron la calle por un reclamo
salarial.
También protestaron representantes de la Asociación de
Subalternos de la Policía (Asubpol). Hubo móviles, bombos y sirenas, que
llamaron la atención de los vecinos de los alrededores del edificio
policial. La noticia circuló rápidamente por las redes sociales.
“El
reclamo es netamente salarial pero no queremos que se toque a ningún
policía. Estamos cansados que nos paguen tarde los adicionales y de que
tengamos que hacer adicionales para poder vivir mejor”, dijo anoche un
policía retirado en conversación con este diario.