El jefe de Gabinete Jorge Capitanich salió así al cruce de un informe que daba cuenta de la existencia de 11 millones de pobres en el país. "No hay ninguna posibilidad de que aumente la pobreza", insistió.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, aseguró hoy que hubo una "drástica reducción de la pobreza y la indigencia" durante el gobierno kirchnerista y "no hay posibilidad de que crezca", en tanto se quejó de que se busca "desacreditar" la política social implementada desde 2003.
Aseveró que "si hay algo que a este Gobierno hay que reconocerle de una manera sistemática es la inclusión social y el mejoramiento de las condiciones de ingresos de muchos argentinos que antes no tenía ni siquiera la más mínima capacidad de acceso a un ingreso provisto a través de políticas públicas".
Capitanich salió así al cruce de un reciente informe del Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), que da cuenta de la existencia de 11 millones de pobres en el país, cinco veces más que las cifras oficiales del Indec.
En su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada, el funcionario indicó que "pareciera ser (a través del informe de la UCA) que la pobreza aumentó en la Argentina y en realidad lo que ha ocurrido es una drástica reducción de la pobreza y la indigencia a través de políticas públicas activas, no por un fenómeno de carácter causal".
"No hay ninguna posibilidad de que aumente la pobreza sino, muy por el contrario, que se reduzca en tanto y en cuanto haya habido inversiones en infraestructura social básica, mejoramiento de las oportunidades laborales", insistió.
Capitanich señaló que "de ninguna manera es posible corroborar una cifra del Observatorio de Deuda Social que experimenta la Universidad Católica Argentina (UCA). No cabe la menor duda de que la pobreza tuvo una reducción abrupta, también los niveles de indigencia. Si bien permanecen aun asignaturas pendientes, éstas se tenderán a resolver".
"No cabe la menor duda que las condiciones desde el punto de vista social han mejorado de un modo sustancial. Eso no quiere decir que se hayan resuelto todos los problemas: aun quedan asentamientos de carácter irregular, mecanismos de acceso a infraestructura de servicios, mejoramiento de las condiciones laborales. Quedan asignaturas pendientes, eso nadie lo discute", concedió.
Según el ex gobernador chaqueño, "que faltan cosas, nadie lo duda, pero nadie debe soslayar los grandes logros", y reclamó que "deberíamos tener un reconocimiento objetivo".
"Hay una cuestión que es absolutamente necesario reconocer: se pretende instalar todo el tiempo, en los últimos días, en las últimas semanas, en los últimos meses, una estrategia tendiente a desacreditar los mecanismos de inclusión social que ha promovido el gobierno nacional", se quejó.
En ese sentido, precisó que "se desacredita el enorme esfuerzo que ha hecho el sector público tendiente a generar mecanismos de inclusión social", desde la gestión de "Néstor Kirchner y la continuidad de las políticas públicas por parte de la presidenta Cristina Fernández".
"La inversión del sistema de seguridad social en términos del producto bruto interno es de doce puntos. Eso implica 11,6 millones de argentinos debidamente incorporados. La administración del sistema de seguridad social en manos del Estado ha implicado un crecimiento de casi cuatro veces del fondo de garantías de sustentabilidad", enumeró, entre otros datos.
El informe que difundió el Observatorio de la Deuda Social Argentina (Osda) de la UCA, en base a la Encuesta de la Deuda Social Argentina (Edsa) 2004-2012 determinó que, pese a que transcurrieron 10 años de crecimiento económico, todavía unos 10 millones de argentinos son pobres.
"Más de una década de crecimiento no ha sido suficiente para resolver problemas de marginalidad estructural que afecta al menos a uno de cada cuatro argentinos", sostiene el informe.