¿Será posible que permitir que tu pareja se acueste con otras mujeres ayude a tu relación? Un polémico libro, que lleva el título de Sugarbabe publicado recientemente por la australiana Holly Hill dice que sí. La autora asegura haberlo escrito para que las mujeres del mundo nos enteremos que la mejor forma de mantener una relación de largo plazo es permitiendo la “Infidelidad Controlada”.
Hill dice que si una mujer examina bien su relación y considera el papel de la biología en la misma se dará cuenta que es lo mejor. Según ella es preferible dejar que pase con tu permiso y con tus propias reglas porque si no igual va a pasar y quizá él no regrese. Las tres reglas para la infidelidad controlada de Hill son: prohibido pasar la noche juntos, irse de viaje o tener intimidad y conversar. Según dijo Hill en para CNN, “Es normal que los hombres engañen. Un hombre monógamo es un héroe… los hombres están destinados a engañar a sus mujeres en el largo plazo,” por eso es mejor dejarlos tener “ciertas libertades”.
A decir verdad, creo que lo que Hill ofrece como solución a la infidelidad es demasiado peligroso. Aunque la premisa podría parecer algo lógica, pues es común pensar “si quieres algo mucho déjalo ir y si regresa es que siempre fue tuyo”, considero que al permitir el sexo pero prohibir la intimidad, es justamente esto último lo que se convierte en ese “fruto prohibido” y puede parecer algo aún más deseable que el simple intercambio de fluidos.
Además ella no nos dice qué hacer con los celos, con el propio deseo de la mujer de ser infiel o con la posibilidad de que él termine rompiendo tus propias reglas, pues estoy segura que si bien el deseo carnal es una causa común, no es la única causa de infidelidad en los hombres. Y por cierto, justamente lo atractivo de la infidelidad puede ser que es algo “incontrolable” por su misma naturaleza pasional.
Creo que lo que Hill propone es una medida desesperada para mujeres desesperadas e incapaces de pensar claramente y que tiene pocas probabilidades de funcionar en el mundo real. Es posible que a algunas parejas esto les funcione pero en lo personal me gustaría pensar que hay muchas opciones antes de intentar la “infidelidad controlada” para poder mantener una relación monógama y, sobre todo, feliz.
Es obvio que toda pareja pasa por sus altas y sus bajas pero quizá estos tips básicos puedan ayudarte antes de recurrir a lo que Hill propone en su libro.
El amor se demuestra todos los días. Quienes tienen o han tenido una relación larga saben que el amor, la confianza, la lealtad son cosas que se tienen que trabajar todos los días. El día a día puede ser bastante agotador o aburrido, pero si el cariño prevalece y se demuestra por sobre todas las cosas es más posible que los dos estén bien y sin necesidad de buscar eso en otro lugar.
Recuerda que no eres su madre. Aunque los hombres a veces parecen pedir a gritos que los tratemos como niños, no hay nada peor que convertirte en la madre regañona de tu pareja. “Recoge, haz, paga, ayuda, lava, etc., etc., etc.…” Es importante que de vez en cuando recapacites sobre tu actitud y si estás en este camino intentes dejar de ser una máquina de dar órdenes y de repente cambiarlas por algo de reafirmación y cariño. Un hombre no quiere estar con su madre y si ve en ti algo parecido quizá vaya a buscar el amor carnal en otro lugar.
Recuerda la regla de oro. “Sexo trae más sexo”, esto significa que entre más y mejor sexo tienes con tu pareja más ganas te darán de seguir así. No hay nada como la práctica para elevar la lívido. Entonces si eres de las que “siempre les duele la cabeza” tienes que salir de este ritmo pasivo e intentar cosas nuevas, ¡usa tu imaginación! Una vez que entras en esa dinámica verás que no necesitas aspirinas y él te lo agradecerá.
Y tú, ¿crees que la infidelidad controlada puede funcionar? ¿conoces a alguien que lo haya intentado? O ¿piensas que existen otras alternativas para mantener una pareja de largo plazo?
Hill dice que si una mujer examina bien su relación y considera el papel de la biología en la misma se dará cuenta que es lo mejor. Según ella es preferible dejar que pase con tu permiso y con tus propias reglas porque si no igual va a pasar y quizá él no regrese. Las tres reglas para la infidelidad controlada de Hill son: prohibido pasar la noche juntos, irse de viaje o tener intimidad y conversar. Según dijo Hill en para CNN, “Es normal que los hombres engañen. Un hombre monógamo es un héroe… los hombres están destinados a engañar a sus mujeres en el largo plazo,” por eso es mejor dejarlos tener “ciertas libertades”.
A decir verdad, creo que lo que Hill ofrece como solución a la infidelidad es demasiado peligroso. Aunque la premisa podría parecer algo lógica, pues es común pensar “si quieres algo mucho déjalo ir y si regresa es que siempre fue tuyo”, considero que al permitir el sexo pero prohibir la intimidad, es justamente esto último lo que se convierte en ese “fruto prohibido” y puede parecer algo aún más deseable que el simple intercambio de fluidos.
Además ella no nos dice qué hacer con los celos, con el propio deseo de la mujer de ser infiel o con la posibilidad de que él termine rompiendo tus propias reglas, pues estoy segura que si bien el deseo carnal es una causa común, no es la única causa de infidelidad en los hombres. Y por cierto, justamente lo atractivo de la infidelidad puede ser que es algo “incontrolable” por su misma naturaleza pasional.
Creo que lo que Hill propone es una medida desesperada para mujeres desesperadas e incapaces de pensar claramente y que tiene pocas probabilidades de funcionar en el mundo real. Es posible que a algunas parejas esto les funcione pero en lo personal me gustaría pensar que hay muchas opciones antes de intentar la “infidelidad controlada” para poder mantener una relación monógama y, sobre todo, feliz.
Es obvio que toda pareja pasa por sus altas y sus bajas pero quizá estos tips básicos puedan ayudarte antes de recurrir a lo que Hill propone en su libro.
El amor se demuestra todos los días. Quienes tienen o han tenido una relación larga saben que el amor, la confianza, la lealtad son cosas que se tienen que trabajar todos los días. El día a día puede ser bastante agotador o aburrido, pero si el cariño prevalece y se demuestra por sobre todas las cosas es más posible que los dos estén bien y sin necesidad de buscar eso en otro lugar.
Recuerda que no eres su madre. Aunque los hombres a veces parecen pedir a gritos que los tratemos como niños, no hay nada peor que convertirte en la madre regañona de tu pareja. “Recoge, haz, paga, ayuda, lava, etc., etc., etc.…” Es importante que de vez en cuando recapacites sobre tu actitud y si estás en este camino intentes dejar de ser una máquina de dar órdenes y de repente cambiarlas por algo de reafirmación y cariño. Un hombre no quiere estar con su madre y si ve en ti algo parecido quizá vaya a buscar el amor carnal en otro lugar.
Recuerda la regla de oro. “Sexo trae más sexo”, esto significa que entre más y mejor sexo tienes con tu pareja más ganas te darán de seguir así. No hay nada como la práctica para elevar la lívido. Entonces si eres de las que “siempre les duele la cabeza” tienes que salir de este ritmo pasivo e intentar cosas nuevas, ¡usa tu imaginación! Una vez que entras en esa dinámica verás que no necesitas aspirinas y él te lo agradecerá.
Y tú, ¿crees que la infidelidad controlada puede funcionar? ¿conoces a alguien que lo haya intentado? O ¿piensas que existen otras alternativas para mantener una pareja de largo plazo?