Está detenido en el Penal 5 de Cipolletti. Inició una huelga de hambre porque considera que fue condenado injustamente por el abuso sexual de una adolescente de 14 años en Catriel.
"O me dan la libertad o me encuentran colgado", le advirtió Diego Montecino (29) al juez de ejecución de la Cámara Segunda de Cipolletti. "Si en la semana no tengo ninguna noticia ustedes tendrán noticias mías", anunció el detenido. El viernes el imputado se cosió la boca e inició una huelga de hambre porque considera que fue condenado injustamente. Lo acusaron por el abuso sexual de una adolescente de 14 años en Catriel.
Ayer el juez Pablo Repetto realizó una audiencia por el habeas corpus. El director del Penal 5, Emilio Martínez, y la subdirectora, Adriana Avan, se presentaron a informar sobre la situación del interno. El médico del Poder Judicial, Ismael Handam, y el enfermero del penal, Guillermo Martínez, también dieron cuenta de sus intervenciones.
Montecino estuvo asistido por el defensor público Juan Pablo Piombo. El imputado se sentó frente a Repetto y clamó su inocencia. Dijo que las pruebas de ADN que se usaron en su contra "no sirvieron". "Yo no fui, no la violé", repitió una y otra vez.
El 23 de diciembre pasado la Cámara Segunda condenó a Montecino a 6 años de prisión por abuso sexual. El día del fallo el imputado reaccionó de manera violenta, pateó un escritorio y hasta se zafó de los penitenciarios que pretendían retenerlo. El viernes pasado, cuando le denegaron la excarcelación, se cosió la boca y empezó una huelga de hambre. "Voy a ir hasta las últimas consecuencias. Hasta lo último", sostuvo en diálogo con los periodistas.
Su causa está en casación en el Superior Tribunal de Justicia y por eso Repetto le explicó que no tenía facultades para revisar el caso. El camarista le solicitó a las autoridades del Penal que lo controlen periódicamente y que informen sobre su situación. "Están autorizados para trasladarlo al hospital ante cualquier eventualidad", instruyó. Y también ordenó un seguimiento médico diario, a pesar de que el único doctor que tiene el penal concurre sólo tres veces por semana.
El delito por el que fue condenado ocurrió en mayo de 2012 y según la denuncia, el imputado se encontró con la menor de edad -de 14 años y con un leve retraso mental- en un boliche. Después la llevó a su casa, donde se habría producido el abuso. Cuando la chica regresó a su casa la madre advirtió que tenía lesiones y la llevó al hospital. Estuvo tres días internada.