Quienes conformamos el
espacio político que lidera el compañero Senador Nacional Guillermo Pereyra
dentro del Movimiento Popular Neuquino (MPN), agradecemos y valoramos la invitación del presidente de nuestro
partido, Jorge Omar Sobisch, para acercar posiciones y evitar las elecciones
internas.
Pero al respecto, entendemos
que el mejor atributo que el MPN puede ofrecerle a la sociedad para defender
los intereses de la provincia es una organización política movilizada, como
sólo las urnas lo pueden generar.
La única manera de fortalecer
el Movimiento Popular Neuquino y lograr su unidad es generando las instancias y
respetando los mecanismos que la democracia nos otorga para que los ciudadanos
se expresen, participen, y tomen las decisiones que los involucran como
neuquinos.
Como afirma el compañero
Guillermo Pereyra: "Para un
dirigente no debe haber nada más importante, que cumplir con la voluntad
de la militancia expresada mediante el voto de sus
afiliados en elecciones libres y soberanas".
Por eso aclaramos que en el
espacio que lidera el compañero Pereyra nunca consentiremos la posibilidad o
alternativa política de concertar "un arreglo de cúpulas".
La historia demostró, en los
más de 50 años de conducción de los destinos de nuestra provincia, que la democracia
interna es una de las banderas más valiosas que tiene el Movimiento Popular
Neuquino; el único partido provincial que mantiene su vigencia en el país, con
un padrón que supera los cien mil afiliados.
Es inadmisible dejar de lado
la voluntad y el anhelo de miles de neuquinos que en 2013 propiciaron a través
de las urnas un cambio de rumbo político, y le dieron al compañero Guillermo
Pereyra un triunfo contundente que inauguró un nuevo momento histórico en la
vida institucional del Movimiento Popular Neuquino.
Y mucho menos soslayar que
hubo dirigentes y funcionarios del actual gobierno de la provincia del Neuquén
que, de manera solapada y mezquina, persuadieron a algunos afiliados y
simpatizantes a votar por los candidatos del kirchnerismo; a quienes hoy vemos
convertidos en legisladores que ante disyuntivas fundamentales para la
provincia no defienden los recursos naturales de
los neuquinos.
El pueblo de la provincia del
Neuquén ya condenó la actitud inmoral de los funcionarios en las urnas. No será
el compañero Guillermo Pereyra quien impulse el olvido y pretenda borrar de la
memoria colectiva de los neuquinos las ofensas infringidas al Movimiento
Popular Neuquino.
El mandato
que el Pueblo de Neuquén le otorgó al compañero Guillermo Pereyra es soberano,
no se negocia. Por el contrario: se cumple.
El desafío de la hora es el
de trabajar territorialmente junto a miles de compañeros para que más neuquinos
se afilien y confíen en nosotros, y de esa manera prepararnos todos juntos para
las elecciones internas que, como Lista Azul y Blanca, llevaremos adelante el
próximo 24 de agosto de 2014.