Daniel Pelka, un chico de cuatro años murió el año pasado en Gran Bretaña, desnutrido, torturado y golpeado por su madre y su padrastro, adictos a la heroína y al alcohol. Pero recién ahora, durante el juicio en Birmingham, su caso ha provocado una conmoción en todo el país.
Su madre, Magdalena Luczac, 27 años, y su padrastro, Mariusz Krezelek, 35, ambos de origen polaco, fueron condenados a cadena perpetua por la muerte causada directamente por un golpe en la cabeza.
"Uno de los expertos que examinaron su cuerpo desvalido y deforme admitió ante el juez que su aspecto, con las extremidades en los huesos, las costillas salientes y la columna vertebral encorvada, recordaba al de las víctimas de los campos de concentración nazi", señaló el diario "El Mundo".
Durante el juicio la madre y el padrastro se acusaron mutuamente de la muerte y reconocieron que el niño pasó 33 horas después de muerto en una cama, junto a su aterrorizado hermano mayor, antes de avisar a la policía.
El hermano contó los abusos sistemáticos sufridos por Daniel sobre todo a manos de su padrastro, un ex soldado que castigaba constantemente al niño sin comer, o con baños de agua helada, o le sometía a la tortura conocida como "submarino", con la cabeza sumergida...
Durante el juicio se supo que Daniel pasaba días sin comer y que robaba frecuentemente la comida a sus compañeros o rebuscaba en la basura para poder llevarse algo a la boca. Su hermano dijo que frecuentemente le castigaban días enteros en una habitación sin luz ni baño.
El padre biológico del niño, Eryk Pelka, admitió que estaba al tanto de la difícil relación entre Daniel y su padrastro, pero aseguró que no intuía el alcance de los abusos: "Es una tragedia que un pequeño ángel haya dejado el mundo de esta manera. Sólo deseo el mayor de los castigos para los culpables".
Peter Wahless, director de los Servicio Nacional para la Prevención de la Crueldad contra los Niños (Nspcc), pidió la apertura de una investigación en toda regla para determinar cómo el caso no pudo ser detectado por los servicios sociales.