En 1886, Carl Benz patentó en Alemania el primer vehículo propulsado a nafta.
El auto, uno de los inventos más importantes y de mayor implicancia que haya registrado la Humanidad, cumple 125 años de vida, en un derrotero que lo muestra con más vigencia y juventud que nunca.
El 29 de enero de 1886, Carl Benz patentó en Berlín, Alemania, su triciclo motorizado y dejó boquiabierto a un público que miraba azorado, incrédulo, ante un espectáculo que hoy resulta habitual, cómodo y fastidioso a la vez.
El diario El Cronista Comercial , en su edición impresa de hoy, amplía que sólo dos años después, en 1888, Benz se presentó en la exposición de máquinas motrices y operadoras de Munich (también Alemania), como el primer fabricante de autos del mundo.
También desarrolló en ese momento una incipiente campaña de marketing, hoy más aceitadas por el gigante alemán, cuando su esposa Berta Benz se lanzó a una travesía a bordo del auto de tres ruedas para convencer de la confiabilidad que merecía.
Berta unió las localidades de Mannheim y Pforzheim, en el primer viaje de larga distancia en la historia automotriz, con el que inauguraba un camino explorado y explotado por las compañías internacionales actuales.
El auto, uno de los inventos más importantes y de mayor implicancia que haya registrado la Humanidad, cumple 125 años de vida, en un derrotero que lo muestra con más vigencia y juventud que nunca.
El 29 de enero de 1886, Carl Benz patentó en Berlín, Alemania, su triciclo motorizado y dejó boquiabierto a un público que miraba azorado, incrédulo, ante un espectáculo que hoy resulta habitual, cómodo y fastidioso a la vez.
El diario El Cronista Comercial , en su edición impresa de hoy, amplía que sólo dos años después, en 1888, Benz se presentó en la exposición de máquinas motrices y operadoras de Munich (también Alemania), como el primer fabricante de autos del mundo.
También desarrolló en ese momento una incipiente campaña de marketing, hoy más aceitadas por el gigante alemán, cuando su esposa Berta Benz se lanzó a una travesía a bordo del auto de tres ruedas para convencer de la confiabilidad que merecía.
Berta unió las localidades de Mannheim y Pforzheim, en el primer viaje de larga distancia en la historia automotriz, con el que inauguraba un camino explorado y explotado por las compañías internacionales actuales.