Lo confesó Sajad Ashtianí, hijo mayor de la mujer condenada a lapidación en Irán, en una entrevista con el diario español El País
“Todos mis pensamientos, toda mi voluntad, están centrados en un único objetivo: salvar a mi madre ”, enfatizó el joven, de 22 años, que trabaja como revisor de los micros urbanos.
En entrevista exclusiva con el filósofo Bernard-Henry Lévy, para el diario El País , Sajad Ashtianí contestó angustiado que sintió “odio” cuando tuvo que presenciar la penosa tortura que los iraníes le perpetraron a su madre.
“Sentí odio cuando vi cómo daban a mi madre 99 latigazos", señaló. Y subrayó que desde la detención de su mamá pasó “por momentos de desesperación”.
“He escrito muchas veces a las autoridades. Pero me han respondido con un silencio total. Desde hace unos días, con la movilización que iniciaron ustedes, estoy recobrando un poco de esperanza”, se contentó.
El joven, en una de las pocas visitas que pudo hacerle a Sakineh Ashtianí, logró comentarle de la campaña mundial que surgió para salvarle la vida.
“Todos mis pensamientos, toda mi voluntad, están centrados en un único objetivo: salvar a mi madre ”, enfatizó el joven, de 22 años, que trabaja como revisor de los micros urbanos.
En entrevista exclusiva con el filósofo Bernard-Henry Lévy, para el diario El País , Sajad Ashtianí contestó angustiado que sintió “odio” cuando tuvo que presenciar la penosa tortura que los iraníes le perpetraron a su madre.
“Sentí odio cuando vi cómo daban a mi madre 99 latigazos", señaló. Y subrayó que desde la detención de su mamá pasó “por momentos de desesperación”.
“He escrito muchas veces a las autoridades. Pero me han respondido con un silencio total. Desde hace unos días, con la movilización que iniciaron ustedes, estoy recobrando un poco de esperanza”, se contentó.
El joven, en una de las pocas visitas que pudo hacerle a Sakineh Ashtianí, logró comentarle de la campaña mundial que surgió para salvarle la vida.