Los tiempos siguen cambiando. Raúl Castro espera despedir más de un millón de empleados del Estado: son apenas el 10 por ciento del total. El gobierno cubano opina que la planta laboral estatal –la principal en Cuba- frena la recuperación económica. Y apuesta al crecimiento privado. ¿Se tomará nota de esto en Neuquén?
El gobierno cubano anunció el lunes que eliminará más de 500.000 empleos públicos en los próximos seis meses, una drástica reducción del 10% de la fuerza laboral estatal, que será acompañada por una expansión del sector privado.
El presidente Raúl Castro dijo que pretende eliminar más de un millón de empleos públicos considerados innecesarios, que están frenando la recuperación económica. La decisión aflojaría ligeramente el control casi absoluto del Estado sobre la economía socialista.
El despido o reubicación de la fuerza laboral en los próximos seis meses es el paso más audaz dado hasta ahora por Raúl Castro.
Según fuentes del gobernante Partido Comunista, unas 250.000 nuevas licencias para “cuentapropistas” comenzarán a ser emitidas en octubre, buscando absorber parte de los despidos. Se trata de pequeños negocios como restaurantes, cafeterías, talleres mecánicos, carpinterías, manicuras y hasta payasos.
Las nuevas regulaciones para los pequeños negocios serán más flexibles, según las fuentes comunistas. Los empleados por cuenta propia podrán, por ejemplo, acceder por primera vez a créditos y hacer negocios con entidades del Estado. Pero también tendrán que pagar impuestos sobre las ventas, a la renta y aportar a la seguridad social.
En Cuba, el Estado es el principal empleador. El gobierno prometió que nadie quedará desamparado y ofreció reubicar a los empleados excedentes en sectores como la agricultura, la construcción, la educación y la policía.