Desde hace seis años, Jorge Buratti recorre el país con Caramelo y Grillito, sus queridos caballos, llevando ayuda a escuelas y hospitales. Ya anduvo 6870 kilómetros.
Y va Jorge. Hace más de seis años. "Somos un equipo", dice, en plural,
mientras peina con su mano las crines de Caramelo y de Grillito, sus
compañeros de ruta. No usa rebenque ni espuelas, porque les habla a sus
caballos "como un padre a cualquier hijo".
Jorge Buratti tiene 56 años y una meta: "Llevar cultura, solidaridad y
tradición a lugares alejados de nuestro país, para que sus pobladores
accedan al conocimiento y la comunicación." Es presidente de Cabalgando
por el País, una asociación civil sin fines de lucro que desde 2008
acumula 6870 kilómetros a caballo por toda la Argentina, ayudando a
escuelas, hospitales y chicos con capacidades diferentes. "Este proyecto
se propone lograr una mejor calidad educativa en las escuelas,
acercando a ellas los medios y útiles necesarios para lograrlo,
incentivando el servicio comunitario, alentando y contribuyendo al
desarrollo de la buena voluntad y la paz mundial", explica su creador.
¿Cómo lo hace? Juntando, en su casa de La Tablada, ropa, calzado,
alimentos no perecederos, libros y todo lo que la gente esté dispuesta a
donar para contribuir con su misión. "Hay personas que ponen un camión,
otras donan combustible, lo que sea. Es la gente que menos tiene la que
más ha colaborado con Cabalgando."
Y lo lleva adonde necesiten. Al trotecito. "Y eso que yo no sabía andar a
caballo", revela Jorge a modo de prólogo de su historia, que comenzó
cuando, por su trabajo de periodista radial, hizo una entrevista con
chicos a raíz del Día de la Tradición. "No sabían que significaba ese
día –continúa–. Les pregunté si sabían qué era San Valentín o Halloween…
y eso sí sabían. Pero de la tradición, nada. Eso me dio la pauta de que
estábamos en el horno. Ese fue el clic." Así nació este proyecto que
persigue que "todos los niños y niñas de nuestro país tengan las misma
oportunidades", asegura.
Nunca haber pisado un estribo no fue impedimento para Buratti, que
decidió aprender a montar porque "nuestra tradición, nuestro país, se
hizo a caballo, y me pareció una buena idea". Y enseguida le presentaron
a su primer ladero. "Se llamaba Bonito, era un zaino", y lo acompañó en
su viaje inicial, el 16 de marzo de 2008. Bonito se accidentó en Río
Luján, y fue en ese pueblo que Luis Zuzan, un gaucho de la zona,
conmovido por su obra, le regaló a Caramelo y Grillito, sus actuales
coequipers. "Ahí empezó la gran aventura", recuerda y sonríe Jorge.
De ahí en más no paró de coleccionar decretos municipales que lo nombran
huésped de honor, en cada pueblo al que llega para dar. La lista es
interminable: Villa Paranacito, Ceibas, Gualeguay, Colonia Elisa…, por
su loable aporte, por su valiosa cruzada, por su desinteresada
contribución, la extensa nómina de reconocimientos que el gaucho de La
Tablada acumula como tesoros permite trazar su periplo solidario.
Sale en épocas de clase y pasa gran parte del tiempo a caballo: procura
cubrir mil kilómetros por año. "No he parado en seis años, más allá de
gripes, neumonías y fiebre", saca pecho. Siempre al paso, recorre unos
30 kilómetros diarios y cuando llega la hora de dormir: "Limpio el
terreno, pongo un nailon, los corderitos de la montura son mi colchón, y
me tapo con los ponchos y un impermeable." Un fogón les da calor a los
tres, hombre y caballos.
"Hacer esto me cambió la vida. Yo era un periodista de Buenos Aires que
de golpe y sopetón se chocó con la realidad. Vi cosas que nunca me
imaginé que iba a ver: paisajes hermosos y también muchas necesidades.
Ahora le estoy devolviendo a la sociedad algo de lo que me dio." ¿Qué
piensa su familia? "Mis pibes me querían meter en un loquero, y por
suerte hoy, para mis nietos soy como un superhéroe."
No está solo. Doce personas conforman Cabalgando por el País, y son
muchísimos más los que le dan una mano. Las cosas que recolectan las
trasladan en camiones, pero lo que importa, además de llegar, es ir, y
Buratti va, con Caramelo y Grillito. Ya recorrió cinco provincias:
Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco y Santa Fe, y
hasta se dio una vuelta por Rio Grande do Sul, en Brasil. "La idea es
tender una alianza entre todos para la grandeza de nuestra Patria", dice
Jorge, en cuyo horizonte no está bajarse del caballo, sino seguir
cabalgando. «