Para "disciplinarla", la madre le sumergió la cabeza en un balde de agua en dos ocasiones.
La niña cometió el fatal error de interrumpir a su madre y a su amante cuando conversaban por video chat. Y se lo hicieron pagar carísimo, con la vida.
Ahora, su madre, una noruega y su amante británico fueron condenados en Oslo a ocho y nueve años de cárcel por la muerte de la bebé de 21 meses, fallecida por un castigo infligido en directo por webcam.
El tribunal de Oslo condenó a la pareja de homicidio involuntario, estimando que no tuvo la intención de matar a la niña.
Los hechos se produjeron en Oslo en la madrugada del 3 de octubre de 2010. Según la policía, la niña cometió el fatal error de interrumpir a su madre y a su amante cuando conversaban por video chat.
Para "disciplinarla", su madre le sumergió la cabeza en un balde de agua en dos ocasiones, siguiendo las instrucciones de Ammaz Omer Qureshi.
Cuando la niña perdió conocimiento, su madre llamó a los servicios de emergencia, invocando en un primer lugar un accidente doméstico. La menor murió de un edema cerebral al día siguiente en el hospital.
La pareja fue condenada también por maltrato.
Durante sus últimos seis meses de vida, la madre de la víctima multiplicó los malos tratos contra la menor, forzándola por ejemplo a ingerir una cuchara con picante, amarrándola con papel adhesivo, bañándola con agua fría, y obligándola a dormir en el suelo, con el objetivo de "disciplinarla".
Las condenas pronunciadas son menos severas que los 16 y 18 años de cárcel solicitados por la fiscalía contra la madre y su amante.
Los jueces estimaron que los acusados merecían ambos nueve meses de cárcel, el amante por haber sido "el motor" y la madre la "ejecutante", pero le concedieron a la madre una disminución de un año por haber cooperado con la policia.