Se trata de un saurópodo de cuello largo, el más famoso de los gigantes herbívoros conocidos. Mide nueve metros de largo.
Un dinosaurio saurópodo de cuello largo, el más famoso de los gigantes herbívoros conocidos, cuyo rastro se registraba en el hemisferio norte, fue hallado en Neuquén, donde pudo haber sobrevivido a la extinción de sus congéneres, informó hoy el paleontólogo Sebastián Apesteguía.
Se trata de "Leinkupal laticauda", que en idioma mapudungún o mapuche significa "familia que desaparece", y será presentado mañana a las 10 por los paleontólogos Apesteguí a, Pablo Gallina y Alejandro Haluza, en una actividad abierta al público en el auditorio de la Universidad Maimónides, en Hidalgo 775, Caballito.
"Es el más famoso de los herbívoros, el dinosaurio de (la serie animada) 'Los Picapiedras', y proviene de una época rara para los hallazgos en Neuquén", contó Apesteguía.
Apesteguía y Gallina son investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas-Conicet en la Fundación Azara, y Haluza, del Museo E. Bachmann de la neuquinaVilla El Chocón.
A diferencia del brontosaurio hallado en Norteamérica, uno de cuyos ejemplares exhibe desde 1912 el Museo de Ciencias Naturales de La Plata, el Leinkupal laticauda mide "nueve metros de largo, con la particularidad de que esta familia se había encontrado sólo en el hemisferio norte y Africa, y pensábamos que no había acá".
Apesteguía indicó que este dinosaurio, a la vez que pertenece a la familia de los diplodocinos, "es otra diferente y mucho más chiquita a la del norte que tiene 20 metros, el último que existió y que posiblemente sobrevivió a la extinción de sus congéneres".
"Muchos de los linajes que considerábamos característicos de una región eran anteriores, lo que indica que los continentes estaban unidos y nos lleva a pensar que los tiempos de evolución eran otros diferentes a los que pensábamos", comentó Apesteguía.
"El cretácico inferior no es tan fosilífero como el superior, pero una vez que invertís tiempo y recursos, aparecen cosas", afirmó el paleontólogo, avalando el criterio del científico José Bonaparte, quien en los '90 enfocó su investigación en las rocas depositadas en ese momento y descubrió localidades con fósiles importantes.
En la zona del hallazgo afloran rocas de unos 140 millones de años de antigüedad, conocidas como Formación Bajada Colorada, depositadas en épocas en la que no existía la cordillera de los Andes y el océano Atlántico comenzaba a bañar el actual Neuquén.
El material estudiado es esqueleto del Leinkupal laticauda desarticulado y entremezclado con huesos de otro dinosaurio, y el hueso clave es una vértebra de la cola junto a tres vértebras del cuello, una de la espalda y otras cuatro caudales.
Los huesos muestran que, a pesar de su modesto tamaño, su cola era aún más poderosa que la de sus otros parientes brontosaurios, con vértebras de la cola neumatizadas, donde se insertaban fuertes músculos para dar coletazos laterales.
Los fósiles de brontosaurios fueron hallados en abundancia en rocas del Jurásico Superior de Estados Unidos, en la Formación Morrison, datados entre 144 y 200 millones de años, pero parecían haberse extinto hasta la aparición del Leinkupal laticauda sobre el valle medio del río Limay, entre los pueblos de Picún Leufú y Piedra del Águila, en la Formación Bajada Colorada.
Apesteguía es autor de los libros "Nuestros Dinosaurios" y "Vida en Evolución", y columnista del programa Científicos Industria Argentina.