El precandidato a diputado nacional por la Coalición Cívica, Ricardo Villar, dijo que, más que nunca, el poder político necesita alternancia. "En 2015 es posible hacer una bisagra en la historia", opinó.
Por Mario Cippitelli
Neuquén > El precandidato a diputado nacional por la Coalición Cívica, Ricardo Villar, aseguró que el acuerdo que logró su partido con Nuevo Compromiso Neuquino en las elecciones de 2011 seguirá en el tiempo y que trabajará para consolidar la campaña de Horacio Quiroga a la gobernación de Neuquén.
Villar aseguró que durante muchos años la oposición neuquina estuvo cómoda con el gobierno del MPN, pero que a partir de ahora hay algunos dirigentes que tienen real vocación de poder para “hacer una bisagra” en la historia de la provincia.
¿Por qué quiere ser candidato a diputado nacional?
Para mí es un nuevo desafío ser precandidato y con aspiraciones a ser candidato. Son compromisos que la militancia te pone por delante. A mi edad, te diría que estaría más tranquilo si existiera la posibilidad de una candidatura a un cargo local. Yo soy un paisano de aldea. A mí ir a trabajar a Buenos Aires no me gusta mucho, pero estamos en una instancia partidaria y política del país y la provincia en donde sí uno milita tiene que asumir el compromiso. Y en este caso, gente de la Coalición Cívica de Neuquén y de la conducción nacional me ha pedido que se precandidato. Con ese aval y esa confianza voy a encarar la campaña.
¿Cómo sigue la relación con Nuevo Compromiso Neuquino?
Con Nuevo Compromiso tenemos un acuerdo que comenzó en las elecciones de 2011 con un resultado bueno porque competimos con adversarios muy fuertes y salimos terceros, obtuvimos bancas en la Cámara de Diputados… Y ese mismo acuerdo se trasladó a las elecciones municipales, donde Quiroga fue electo intendente y nuestro partido aportó desde la lista 47 un caudal muy importante de votos. En aquel momento cuando se hicieron esos acuerdos no los hicimos solamente para la coyuntura. Esto lo conversé muy detenidamente con Quiroga. Hacer acuerdos de coyuntura a nuestra edad, puede sonar hasta especulativo. Teniendo la edad que tiene Quiroga y la que tengo yo, queremos hacer cosas que trasciendan. Por eso dijimos “hagamos esto como primer ensayo, pero sentando bases para la proyección de Quiroga como gobernador de Neuquén en 2015, sabiendo que hay una estación intermedia que son las parlamentarias.
Y que son elecciones muy distintas….
Son elecciones distintas, pero todo ayuda a ir afirmando un proceso que debe desembocar muy bien en 2015. Cada paso que uno da lo tiene que dar en firme. Nosotros no podemos dar un paso en falso porque lo que estamos jugando es mucho. Desde la Coalición Cívica queremos que este acuerdo se proyecte, haciendo los aportes necesarios. En esa etapa está. Seguramente ahora vienen tiempos de hilar más fino. En los acuerdos de Nuevo Compromiso y Coalición Cívica ha habido algunos sofocones, algunas pequeñas crisis, que con paciencia de cirujano las hemos ido solucionando. Y ahora si queda alguna marquita apelaremos a algún cirujano plástico para que las borre.
¿Qué opina del país y la actualidad nacional?
Yo veo al país con mucha preocupación, pero no solamente por la cuestión económica, que en la Argentina ya estamos acostumbrados a que cíclicamente aparecen estas crisis como la inflación, problemas de financiamiento, un Estado que sigue gastando más de lo que genera, una presión tributaria muy fuerte, la excesiva concentración de poder económico y político en el Ejecutivo… Eso es cíclico. A mí lo que me preocupa es que se están reviviendo momentos que nuestros padres lo vivieron, allá por el ''55 y un poco para atrás y para adelante también que yo, siendo contemporáneo de edad de quienes hoy gobiernan, lo viví a partir del '72 son estos momentos de gran confrontación dialéctica. Se escuchan palabras muy agresivas en todo momento en vez de buscar consensos a través de la discusión franca, es decir, discutir todo con pasión, pero sin descalificar porque toda acción tiene su reacción. Desde la agresión física hay un pasillo muy finito que en cualquier momento se pasa. Y si llega a pasar eso, creo que vamos a revivir momentos de la Argentina que yo no quiero.
Indudablemente eso se traslada a la sociedad…
Sí, porque la política, esencialmente es pedagogía y siempre se traslada hacia abajo. La sociedad toma para sí ese comportamiento. Si todo es agresión y todo es confrontación todo el mundo tiene derecho a hacer lo mismo. Es lo mismo que pasa con la corrupción. Si nosotros tenemos gobernantes honestos, seguro en algún tiempo vamos a tener una sociedad honesta.
¿Qué opina de la provincia?
La provincia está complicada. Creo que el objetivo nuestro del 2015 es central porque hay que empezar a poner una bisagra a esta historia, que es la historia del MPN. Esto no lo hago descalificando a quienes gobiernan. Quienes gobiernan han tenido durante casi 50 años el respaldo popular y tienen una forma de gobernar. Han modelado una cultura política y un comportamiento social, pero lo que está pasando en Neuquén es el resultado de este modelo. Acá nos muestran que tenemos tantos establecimientos escolares, que se hicieron tantos kilómetros de caminos, pero no nos hablan de lo que es fundamental para la política en el sentido de la calidad de vida de los neuquinos. Tenemos bolsones de pobreza muy fuertes, una calidad educativa muy mala, una salud pública en decadencia… y tenemos una niñez que se cuenta por miles y que no estudian, no trabajan y que están abandonados a su suerte. Y su suerte va a ser la droga, la violencia y la muerte prematura. Entonces hay que empezar a hablar de esta historia y de este gobierno que dice que trae progreso porque hace muchas obras públicas, pero se olvida de la calidad de vida de su gente.
El gobernador dice que a partir de Vaca Muerta vamos a encarar una refundación de la provincia. Lo hace desde una visión totalmente pragmática porque Vaca Muerta va a traer muchos recursos. Pero las sociedades que se forman a partir de la explotación de los hidrocarburos –y esto está demostrado en la Argentina y en el mundo- tienen muchos bolsones de desigualdad donde unos ganan mucho dinero y tal vez no estén preparados para saber usar ese dinero. Son sociedades que se fracturan entre los que aprovechan la bonanza del petróleo y el gas y aquellos que reciben las migajas.
Por eso, yo no quiero para Neuquén una sociedad de ese tipo. Si se pueden aprovechar los últimos recursos hidrocarburíferos hay que aprovecharlos bien.
¿La oposición de Neuquén tiene vocación de poder?
La oposición –entre los que me cuento- creo que hemos vivido cómodos hasta ahora haciendo oposición, jugando a quien podía sacar la segunda minoría en la Cámara y ganar algunos espacios en los municipios, y si era posible ganar alguna intendencia. Pero no supimos consolidar un proyecto político de gobierno y encararlo porque es fácil escribir un programa de gobierno, pero hay que defenderlo y convencer a la gente de que ese programa es mejor.
Acá no solamente hay que tener una propuesta y candidatos que lo sepan defender sino también llegar con un mensaje muy claro a una sociedad como la neuquina que mayoritariamente es muy conservadora. Está muy cómoda con lo que le da el MPN, que es muy poco.
Y además los neuquinos tienen que acostumbrar que las sociedades que crecen en todo sentido son aquellas que tienen iguales derechos que obligaciones. Acá solamente tenemos todos derechos y asumimos obligaciones muy pocas veces.
Las democracias crujen cuando quienes gobiernan empiezan a creer que son imprescindibles, pero lo peor todavía es cuando la sociedad cree que los que están gobernando son los imprescindibles y no se pueden reemplazar por otros.
Se está hablando mucho del tema de la coparticipación. ¿Alguna vez cree que se va a discutir?
Es necesario hablarlo cuanto antes porque hay una cláusula constitucional incumplida, porque desde 1996 que tendría que haber un nuevo régimen de coparticipación. Un país que se dice federal no puede tener todas las cajas manejadas por el presidente. Hay una especie de sometimiento de los gobernadores a los presidentes y a su vez, de los intendentes. Estamos de hecho en un régimen unitario, tanto en lo económico como en lo político.
Es uno de los temas que yo pienso tocar muy a fondo porque para mí hace al desarrollo del país.