El Papa reconoció que es "consciente de la gravedad" de su renuncia y admitió que su pontificado tuvo "momentos dificiles"; mañana abandonará el Vaticano
CIUDAD DEL VATICANO.- Decenas de miles de fieles católicos llenaron la Plaza San Pedro para asistir a la última audiencia pública del papa Benedicto XVI, en su último acto público en el Vaticano antes de que mañana a la tarde se materialice su renunciacuando abandone la Santa Sede.
En el inicio de su discurso aseguró que renunció a su pontificado "en plena libertad", al notar que sus fuerzas han disminuido y no por su bien particular, "sino por el bien de la Iglesia". "Ha dado este paso sabiendo su profunda gravedad y novedad, pero con un ánimo sereno", dijo. "El Señor nos ha dado muchos días de sol y ligera brisa, días en los que la pesca fue abundante, pero también momentos en los que las aguas estuvieron muy agitadas y el viento contrario", afirmó el Papa.
Benedicto XVI dijo que se ha sentido como San Pedro con los apóstoles en la barca en el lago de Galilea y que siempre ha sabido que en esa barca está el Señor. "Y siempre he sabido que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino suya y no la deja hundirse. Es él quien la conduce, por supuesto, a través de los hombres que ha elegido. Esta es una certeza que nada puede ofuscar y es por ello que mi corazón está lleno de agradecimiento a Dios, porque no me ha hecho faltar a toda la Iglesia y también su consuelo, su luz y su amor", añadió.
Además, subrayó que su renuncia no significa volver a la vida privada. "Mi decisión de renunciar al ministerio petrino no revoca la decisión que tomé el 19 de abril de 2005 (cuando fue elegido papa). No regreso a la vida privada, a una vida de viajes, encuentros, conferencias, etc. No abandono la cruz, sigo de una nueva manera con el Señor Crucificado. Sigo a su servicio en el recinto de San Pedro".
El encuentro se celebró en una mañana de sol radiante, lo que propició una presencia mayor de fieles, venidos de todas partes del mundo para dar el último adiós al papa Benedicto XVI. También asistieron numerosos cardenales venidos ya para el próximo cónclave, arzobispos, obispos y cientos de sacerdotes.
La audiencia general, un encuentro semanal con los feligreses, respetó la forma habitual, aunque esta vez Benedicto XVI dio "una vuelta más larga de lo normal con su papamóvil", indicó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.
Sin embargo no hubo el tradicional besamanos, en el que algunas personas tienen el privilegio de besar el anillo del pescador del Papa. Sin embargo, el secretario privado del Pontífice le acercó dos bebés a lo largo del camino, a quienes Benedicto XVI bendijo y les dio un beso desde el papamóvil.
El Pontífice, que se convertirá tras su renuncia en "papa emérito", según el trato que eligió recibir, abandonará mañana el Vaticano sin una ceremonia especial rumbo a su residencia veraniega de Castel Gandolfo, donde vivirá temporalmente antes de instalarse en un convento.