Lo decidió el juez de Garantías de San Isidro, Rafael Sal Lari; el fiscal había pedido prisión por abandono de persona

Juez de Garantías de San Isidro, Rafael Sal Lari, ordenó la eximición de prisión de las cinco docentes investigadas en el caso del jardín Tribilín tras el escándalo que ocasionó una grabación en la que se escucha a las mujeresmaltratar a niños de entre 45 días y tres años.
Ayer el fiscal de la causa, Franco Servidio, había solicitado la encarcelación de al menos dos de las maestras, Yanina Gogonza y Noelia Gallardo. Sin embargo, Sal Lari decidió no hacer lugar a la solicitud del Ministerio Público Fiscal.
El juez le otorgó la eximición de prisión a todas las imputadas que tiene la causa: las docentes Yanina Gogonza, Noelia Gallardo, la madre de Gogonza, Graciela Di Pascuale; y las dos dueñas del establecimiento, Noemí Núñez y Mariana Buchniv, informaron a Télam fuentes judiciales.
El delito que se les imputa a las maestras es el de abandono de persona agravado y tiene una pena de dos a seis años de prisión, mientras que si se comprueba un grave daño en el cuerpo o la salud de la víctima la pena será de entre tres y diez años de prisión.
PERITAJES A LOS NIÑOS
Ayer, un equipo de psicólogos comenzó con los peritajes a los niños que supuestamente sufrieron maltratos por parte de las docentes. Las estudios no se hacen en Cámara Gesell, como se había planteado en un primer momento, sino que son entrevistas simples que se efectúan a las presuntas víctimas por el Cuerpo Técnico Auxiliar del Fuero Penal Juvenil de San Isidro.
EL CASO
Ante la sospecha de posibles maltratos por parte de las docentes del jardín Tribilín, Diego Hernayes, papá de una de las alumnas, decidió enviara su hija al jardín con un iPod que tenía encendido el grabador de voz en la mochila.
El resultado fue un audio de cuatro horas donde quedó registrado el horror que vivían los niños en el jardín maternal.
"Callate Catalina, callate, guay que vayas a decir cualquier huevada a tu casa" y "¡No me hagas enojar porque vas a terminar mal, abrí la boca!", fueron sólo algunos de los gritos que quedaron registrados en el grabador del iPod de Hernayes.
A los pocos días de que se presentara la denuncia de los padres, el fiscal ordenó un allanamiento en el jardín Tribilín. En el procedimiento, la policía bonaerense secuestró documentación y los discos rígidos de la computadora para buscar más pruebas del presunto maltrato..