
Una mujer mira sorprendida la góndola de la yerba en un supermercado neuquino (foto: Diariamenteneuquen)
La vieja costumbre de engañar al estómago con unos mates cuando hay épocas de vacas flacas quedará en eso: sólo una vieja costumbre.
Igual que el gaucho mateando en soledad con toda la inmensidad del campo o las mateadas en los barrios cuando se realizaba algún festival solidario. Y ni hablar de los estudiantes que consumen hectolitros en las largas tardes y noches de lectura de libros y apuntes.
El kilo de yerba se fue por las nubes, como tantos otros productos de la canasta básica familiar y en la actualidad el kilo se cotiza en un promedio de 26 pesos, dependiendo la calidad, por supuesto.
No hay góndola yerbatera en los supermercados neuquinos que los clientes no miren extrañados los paquetes de yerba, tratando de buscar una explicación.
Un relevamiento realizado por este diario en un céntrico supermercado capitalino arrojó los siguientes precios en distintas marcas de yerba por un kilo: Cruz de Malta, 31 pesos; Rosamonte común 28, Rosamonte seleccionada, 40; Unión 25 y Piporé 27 pesos.
Los productores yerbateros atribuyen este aumento (de entre el 40 y 100 por ciento) a la especulación de algunos comerciantes.
El representante por Misiones en el Instituto Nacional de la Yerba Mate, Ricardo Maciel, dijo que la yerba que se vende en los comercios en la actualidad fue cosechada y envasada el año pasado, con los precios viejos por lo que la cifra actual se debe exclusivamente a la especulación.
Si bien aclaró en declaraciones a la prensa que hubo un aumento en el producto, no debería haber sido trasladado a las góndolas porque el stock que se vende en la actualidad fue procesado y envasado el año pasado.
Sea cual fuere la explicación, el precio de la yerba se disparó. Y como todo lo que aumenta difícilmente vuelva a su costo anterior, habrá que acostumbrarse a otro tipo de infusiones para pasar la tarde con amigos, sobrellevar el trabajo de la oficina o –lo más complicado- tratar de engañar al estómago.