Más de cien personas combaten ocho focos. Las llamas arrasaron con un bosque de pinos implantados hace 25 años. La tormenta eléctrica generó otro siniestro en Aluminé.
Las llamas consumieron el bosque comunal de pinos implantados 25 años atrás. Es terrible, dijo la intendenta. (Antonio Altamirano) -
"Hay dos focos que están muy complicados", explicó ayer John Cuiñas, coordinador del Plan Provincial del Manejo del Fuego.
Neuquén > Los incendios desatados el sábado por la noche en zonas cercanas a Loncopué permanecían ayer totalmente fuera de control pese al esfuerzo de más de cien personas que los combaten, entre personal del Plan Provincial del Manejo del Fuego, personal de Corfone, Defensa Civil y Bomberos de Loncopué.
“Está muy difícil. Hoy (por ayer) nos cambió el viento y empeoró todo. Se está quemando mucho. Hay dos focos que están muy complicados”, dijo John Cuiñas, responsable del Plan Provincial del Manejo del Fuego.
Ocho focos permanecían ayer sin control a pesar del trabajo del personal y del avión hidrante y el helibalde del Plan Nacional del Manejo del Fuego. Si bien algunos son más grandes que otros, los brigadistas atacan a todos por igual. “Si no lo hacemos, los más pequeños se transforman rápidamente en grandes”, explicó Cuiñas.
Una tormenta eléctrica afectó ayer a la zona, lo que provocó preocupación porque temían anoche que se produjeran nuevos focos. Además, algunas gotas de lluvia cayeron en diversos sectores pero no alcanzaron para tratar de combatir las llamas. “La mayoría están descontrolados”, dijo la intendenta de Loncopué, María Fernández Villones.
Los incendios comenzaron el sábado por la noche producto de una tormenta eléctrica y afectó a los parajes El Pino, Mallín del Toro, Estancia El Cóndor, Yegua Muerta y La Ramadita. Sin embargo, Cuiñas confirmó ayer que ninguna localidad o estancia corría peligro por las llamas. “Se evacuó a la mayoría de los puestos por precaución. En realidad, había muchos que estaban en veranada y les evacuamos las pertenencias”, dijo Fernández Villones.
“En el paraje El Escorial el fuego llegó a la ruta, así que momentáneamente estvuo interrumpido el tránsito. Allí, en la Ruta 21 camino a El Huecú, la policía avisaba a los automovilistas”, explicó Rubén Contreras, director de Seguridad de Loncopué.
El fuego afectó principalmente a vegetación autóctona de la zona, monte achaparrado. Sin embargo, la mayoría coincide en destacar la pérdida de la vegetación de los pinos implantados en el bosque municipal hace 25 años. “Lamentablemente el 98 por ciento se extinguió. Y lo que resta por lo que nos dicen también se va a quemar. Es tremendo. Hace 25 años que la Municipalidad lo viene trabajando y manteniendo. Había 650 hectáreas”, dijo Fernández Villones. “Se quemó todo. Lamentablemente se perdieron 25 años de trabajo”, dijo Eduardo Coscarelli, de Riscos Bayos. En ese campo se perdieron unas 400 hectáreas de campo. “Ya está todo parado. Perdimos 400 hectáreas. Ahora nos queda un problema de lo que van a ser los arenales. Eso pisaba todo el suelo, eran campos para animales chicos”, dijo Coscarelli. “Cuando termine todo, vamos a sobrevolar la zona y sabremos bien la dimensión de las pérdidas”, aseguró la intendenta.
Aluminé
La tormenta eléctrica que se desató ayer en la zona de Aluminé provocó tres focos de incendio. El más complicado es el que está en Quillén, donde trabajan Parques Nacionales y personal de incendios. El problema es que se generó en el medio de una zona boscosa. “Viene feo porque es muy complejo para acceder”, aseguró ayer Andrés Mendez, intendente de Aluminé.
En tanto, otro de los focos se produjo en la zona conocida como Abra Ancha, aunque fue rápidamente controlado. Finalmente, el tercero se produjo cerca de la estancia La Querencia, sobre la Ruta 23. Se trató de un pinar que fue afectado por las llamas, aunque también logró ser extinguido.
Las llamas consumieron el bosque comunal de pinos implantados 25 años atrás. Es terrible, dijo la intendenta. (Antonio Altamirano) -
"Hay dos focos que están muy complicados", explicó ayer John Cuiñas, coordinador del Plan Provincial del Manejo del Fuego.
Neuquén > Los incendios desatados el sábado por la noche en zonas cercanas a Loncopué permanecían ayer totalmente fuera de control pese al esfuerzo de más de cien personas que los combaten, entre personal del Plan Provincial del Manejo del Fuego, personal de Corfone, Defensa Civil y Bomberos de Loncopué.
“Está muy difícil. Hoy (por ayer) nos cambió el viento y empeoró todo. Se está quemando mucho. Hay dos focos que están muy complicados”, dijo John Cuiñas, responsable del Plan Provincial del Manejo del Fuego.
Ocho focos permanecían ayer sin control a pesar del trabajo del personal y del avión hidrante y el helibalde del Plan Nacional del Manejo del Fuego. Si bien algunos son más grandes que otros, los brigadistas atacan a todos por igual. “Si no lo hacemos, los más pequeños se transforman rápidamente en grandes”, explicó Cuiñas.
Una tormenta eléctrica afectó ayer a la zona, lo que provocó preocupación porque temían anoche que se produjeran nuevos focos. Además, algunas gotas de lluvia cayeron en diversos sectores pero no alcanzaron para tratar de combatir las llamas. “La mayoría están descontrolados”, dijo la intendenta de Loncopué, María Fernández Villones.
Los incendios comenzaron el sábado por la noche producto de una tormenta eléctrica y afectó a los parajes El Pino, Mallín del Toro, Estancia El Cóndor, Yegua Muerta y La Ramadita. Sin embargo, Cuiñas confirmó ayer que ninguna localidad o estancia corría peligro por las llamas. “Se evacuó a la mayoría de los puestos por precaución. En realidad, había muchos que estaban en veranada y les evacuamos las pertenencias”, dijo Fernández Villones.
“En el paraje El Escorial el fuego llegó a la ruta, así que momentáneamente estvuo interrumpido el tránsito. Allí, en la Ruta 21 camino a El Huecú, la policía avisaba a los automovilistas”, explicó Rubén Contreras, director de Seguridad de Loncopué.
El fuego afectó principalmente a vegetación autóctona de la zona, monte achaparrado. Sin embargo, la mayoría coincide en destacar la pérdida de la vegetación de los pinos implantados en el bosque municipal hace 25 años. “Lamentablemente el 98 por ciento se extinguió. Y lo que resta por lo que nos dicen también se va a quemar. Es tremendo. Hace 25 años que la Municipalidad lo viene trabajando y manteniendo. Había 650 hectáreas”, dijo Fernández Villones. “Se quemó todo. Lamentablemente se perdieron 25 años de trabajo”, dijo Eduardo Coscarelli, de Riscos Bayos. En ese campo se perdieron unas 400 hectáreas de campo. “Ya está todo parado. Perdimos 400 hectáreas. Ahora nos queda un problema de lo que van a ser los arenales. Eso pisaba todo el suelo, eran campos para animales chicos”, dijo Coscarelli. “Cuando termine todo, vamos a sobrevolar la zona y sabremos bien la dimensión de las pérdidas”, aseguró la intendenta.
Aluminé
La tormenta eléctrica que se desató ayer en la zona de Aluminé provocó tres focos de incendio. El más complicado es el que está en Quillén, donde trabajan Parques Nacionales y personal de incendios. El problema es que se generó en el medio de una zona boscosa. “Viene feo porque es muy complejo para acceder”, aseguró ayer Andrés Mendez, intendente de Aluminé.
En tanto, otro de los focos se produjo en la zona conocida como Abra Ancha, aunque fue rápidamente controlado. Finalmente, el tercero se produjo cerca de la estancia La Querencia, sobre la Ruta 23. Se trató de un pinar que fue afectado por las llamas, aunque también logró ser extinguido.