Ocurre en la 32 de Roca. Se trata de una práctica denominada "parkour", muy de moda en algunos países pero que entraña serios peligros porque se desarrolla en altura y sin protección.
ROCA (AR).- La imagen impacta. A toda carrera, tres adolescentes emprenden un insólito vuelo que los lleva desde un ala de la Escuela Nº 32 hasta el techo de la cocina, a no menos de cinco metros de altura.
Así, durante los fines de semana, grupos de jóvenes "invaden" las instalaciones de uno de los establecimientos educativos más emblemáticos de la ciudad no sólo para la práctica del "parkour" (nueva disciplina de desplazamiento urbano) sino también para hacer skate sobre los techos del edificio.
Esta fotografía llegó a manos de la directora María Elena Salaberry, quien la subió a las redes sociales y rápidamente se desató la polémica sobre la manera de abordar uno de los principales problemas que atraviesa esta escuela y que ya generó múltiples inconvenientes.
Esta situación comenzó a tomar estado público en julio del año pasado cuando se desplomó el cielorraso del edificio ubicado en Isidro Lobo casi avenida Roca. Fueron las propias autoridades las que por ese entonces aseguraron que uno de los motivos estaba centrado en la constante utilización del techo para la práctica de distintas actividades como el skate y encuentros grupales que incluían inusuales visitas de madrugada durante los fines de semana. Ni las denuncias a la Comisaría Tercera sirvieron para frenar el fenómeno.
Sin embargo las imágenes de los jóvenes practicando "parkour" desde un ala del edificio a otra y sin ningún tipo de medida de medida de seguridad fue lo que terminó sorprendiendo a propios y extraños.
Se trata de una nueva disciplina que es de origen francés y consiste en un rápido desplazamientos en ambientes naturales o urbanos, según explican algunas de las páginas de internet dedicadas al tema.
Si bien hay grupos que lo practican en otros sectores de la ciudad nadie imaginó nunca que lo podrían hacer en un edificio público y a tantos metros de altura.
La directora aclaró ayer que han intentando todo tipo de acercamiento con los jóvenes que practican sus actividades en el techo. Incluso contó que una vez le secuestraron una patineta a un joven que estaba en el techo de la escuela. "Resultó que venía de Neuquén y su familia nunca imaginó que practicaba en ese lugar", aclaró. El problema es que el equipo directivo de la Escuela 32 no encuentra respuestas a un fenómeno que ya lleva años y es por eso que están solicitando también el acompañamiento de las autoridades de Educación para brindar un abordaje integral.
¿Quién se hace responsable si uno de esos chicos tiene un accidente? ¿Cómo se puede buscar una salida inclusiva para que los chicos puedan utilizar las instalaciones los fines de semana pero para practicar otros deportes?, fueron sólo algunos de los interrogantes que se dispararon cuando la fotografía apareció en las redes sociales.
La insólita "invasión" a la escuela los fines de semana se produce por calle Rohde, entre España y avenida Roca. La baja altura del cerco perimetral permite un rápido acceso al patio trasero de ese establecimiento.