Un llamado anónimo alertó a los teléfonos de emergencia que un perro se paseaba con restos de un bebé en su boca en el patio de una casa de la localidad de los Corralitos, en Guaymallén.
Una joven de 21 años fue detenida hoy en Mendoza por asfixiar hasta matar a su hija recién nacida, a la que había enterrado en el patio de su casa. Conmoción en la provincia, ya que fue el segundo caso revelado en los últimos tres días.
Fuentes policiales señalaron que un llamado anónimo alertó a los teléfonos de emergencia que un perro se paseaba con restos de un bebé en su boca en el patio de una casa de la localidad de los Corralitos, en Guaymallén.
Los investigadores interrogaron a la familia, comandada por una mujer que vive con sus hijas de 21 y 25 años y sus nietos. La menor de las hermanas confesó que ella había dado a luz tres días atrás y mató a la niña asfixiándola, por lo cual la justicia dispuso su detención inmediata.
La beba, según las fuentes, presentaba además desgarro en la parte superior derecha, desprendimiento del brazo izquierdo y fractura de cráneo.
El cadáver se encontraba desnudo y en avanzado estado de descomposición. Los agentes que concurrieron a la vivienda a verificar la denuncia observaron los restos de la beba y, al consultar a la dueña de la casa de la calle San Miguel, la mujer les indicó que su nieto había visto al perro correr con partes humanas.
El jefe de la brigada Distrital 6, Carlos Puebla, indicó que "por dichos de la familia que vive aquí los perros encontraron a un bebé recién nacido en un pozo".
"Tenía entre siete y nueve meses de gestación aproximadamente", añadió el jefe policial.
Asimismo, apuntó que el caso era investigado por la Policía Científica en el lugar, luego de que se confirmó que el cuerpo había estado enterrado "al costado oeste de la vivienda, a menos de medio metro" de la casa.
El lunes pasado otra joven, de 23 años fue detenida sospechada de haber matado a su beba recién nacida, con quien llegó a un hospital de esta capital aún unida por el cordón umbilical.
La beba presentaba graves heridas punzo cortantes en el tórax y el cuello, además de golpes en la cabeza, por lo que fue derivada a otro hospital, donde falleció.