Derrames de crudo, piletas naturales con lodo y cañerías de transporte muy deterioradas fueron algunas de las observaciones que hizo Medio Ambiente al tomar la medida ayer.
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Ese organismo de control junto a otras dependencias del Estado detectó una serie de irregularidades en el yacimiento que opera la empresa canadiense Petrolífera (Gran Tierra Energy) y por ese motivo se definió la medida precautoria, sin precedentes en la provincia. Derrames de crudo, piletas naturales con lodos que serán analizados y cañerías de transporte muy deterioradas, fueron algunas de las observaciones.
Cerca de las 11:30 de ayer la comitiva que realizó las tareas de control arribó a Puesto Morales. También "Río Negro" participó de la recorrida. Allí y desde hace más de 20 días las comunidades mapuches Quelug Leufú y Ñanculeufú mantienen el paso bloqueado a las operadoras Petrolífera y CGC debido a que reclaman un plan de remediación ambiental y la renegociación de los valores que perciben por los derechos de servidumbre.
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El subsecretario de Control y Fiscalización de Medio Ambiente, Rodrigo Romera Bueno, fue quien encabezó el operativo junto a Viviana Hernández (DPA), profesionales de la Secretaría de Energía que conduce Guillermo Gesualdo y representantes del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco). La inspección duró más de cinco horas y avanzó sobre las tierras del superficiario Silverio García, en Puesto Morales sur. Francisco Anaya, presidente de la Fundación Acción Sustentable, acompañó a las comunidades mapuches durante el recorrido. Más de una decena de técnicos, asesores legales y ambientales de Petrolífera también siguieron de cerca la actividad.
En distintos sectores del campo en los que los superficiarios denunciaron la existencia de contaminación se recogieron muestras de suelo y agua que serán analizadas por el laboratorio Induslab. En una pileta con lodo y agua que fue cercada por García ya que aseguró que los animales que bebían en ese lugar morían, un desprolijo tendido de líneas al descubierto deterioradas por el tiempo y la corrosión, cañerías semienterradas fuera de servicio, una batería de separación primaria con visibles problemas de seguridad y otros tantos aspectos que llamaron la atención, fueron constatados por los inspectores.
Uno de los mayores problemas se descubrió en el pozo 22 donde una tubería reventó hace pocos días y derramó crudo sobre una picada. Al advertir lo sucedido los funcionarios provinciales ordenaron a la operadora responsable la inmediata remediación del suelo y la colocación de barreras oleofílicas para evitar que las lluvias arrastren el hidrocarburo hacia las aguas del perilago de Casa de Piedra. "Estos caños no aguantan más y en cualquier momento va a ocurrir otro desastre", reclamaban los superficiarios. Al mismo tiempo, personal de Petrolífera señalaba a los inspectores que el derrame había sido provocado por un "sabotaje" (el cierre de una válvula) y no por el deterioro de los caños.
"Hay muchas irregularidades y algunas son de considerar. Hay cuestiones que se tienen que modificar de manera sustancial", manifestó Romera Bueno al explicar que el crudo derramado debe ser recogido y llevado a un repositorio para su posterior tratamiento.
Al finalizar la inspección el funcionario fue el encargado de comunicarle a las partes la decisión de clausurar de manera preventiva el área de Puesto Morales sur. Los representantes de Petrolífera, momentos antes habían acordado con el cronista de "Río Negro" una entrevista en la base de la empresa. Sin embargo, después de que realizaran algunas comunicaciones telefónicas, finalmente optaron por el silencio y no hicieron declaraciones. Diego Rosa (del área de Medio Ambiente) y Bernardo Bertelloni (asesor legal) dijeron que la postura de Petrolífera ante el conflicto se conocerá en los próximos días a través de un comunicado que se emitirá luego de que en Buenos Aires se analice el escenario planteado.