Una clínica elaboró una estadística de ausentismos.
Un reconocido psiquiatra de la ciudad parece ser el más comprometido en el caso en el que se investigan licencias psicológicas truchas. Otros seis profesionales también están involucrados, aunque en menor medida. Se estima que por cada certificado se cobraba un promedio de 700 pesos.
Este secreto a voces corre en la ciudad entre los empleados de instituciones públicas y privadas, desde hace tiempo. Una clínica de medicina laboral con amplia trayectoria, encargada del control de ausentismo en diferentes empresas, al ver que muchos certificados repetían el nombre del mismo profesional, hizo una estadística. Los resultados arrojaron que, sobre 92 casos de certificados psicológicos presentados, 53 fueron dados por el mismo médico psiquiatra. Según este relevamiento, el mismo médico atiende a más del 50% de todos los pacientes del Alto Valle. El profesional que sigue en la lista tiene cinco certificados otorgados; el próximo, cuatro y el resto, sólo uno.
En las clínicas laborales comentaron que los pacientes que acuden a sus consultas lo reconocen. “Te dicen: ‘Yo realmente me siento mal, porque si lo que quisiera es faltar al trabajo iría a tal médico para que me haga un certificado y listo, pero voy a tal otro”, aseguran.
En cuanto a las patologías, el diagnóstico más usado es depresión o ponen directamente el código Z56.7, que es uno que se usa en salud mental para los problemas laborales.
A su vez, lo que demuestra lo ilegal de la práctica es que, una vez que se otorga el certificado, no existe tratamiento psicológico, seguimiento ni medicación. De todos modos, algunos pacientes comentaron que cuando desde el lugar del empleador se comienza a controlar al paciente el médico los cita, los atiende y les hace un certificado como que están haciendo psicoterapia.
Mientras se paguen los 700 pesos, casi no hay obstáculos
NEUQUÉN
Este diario pudo acceder a un caso testigo de lo que ocurre en los consultorios: “Juan Pérez” necesitaba faltar un tiempo al trabajo y alguien le recomendó que vaya a este médico “que hace certificados truchos”. Al llegar al consultorio, lo recibió en la sala de espera una secretaria que, sin pudor, le preguntó: “¿Vos qué necesitás? Si necesitás un certificado de tres días, te lo hago yo; si es de más, tenés que sacar un turno para que te vea el médico y los valores son otros”.
Como el paciente necesitaba más de tres días de licencia, tomó la segunda opción. Mientras buscaba en la agenda, la secretaria le comentó que la consulta le iba a salir $700 y que era una pena, porque hacía días había estado un médico que viene a atender cada tanto desde Buenos Aires y que cobra $500.
Durante la consulta, Juan dijo la verdad. “Expliqué por qué quería el certificado y él me lo dio. Me dijo que la próxima consulta sería en 30 días y ahí veíamos si me lo extendía o no”, contó este paciente, que hizo uso de los servicios del psiquiatra más señalado de la ciudad. Durante el mes, el médico no lo atendió un sólo día en psicoterapia, ni tampoco le dio medicamentos.