Sucedió en Cipolletti. Para protegerla, sus padres decidieron que interrumpiera su embarazo. Buscan al violador.
Cipolletti.- Una nena de apenas 11 años tuvo que recurrir a un aborto para interrumpir un embarazo de unos cuatro meses, producto de una violación. Mientras la Justicia investiga quién abusó sexualmente de la menor, en el Hospital Pedro Moguillansky se cumplió con la voluntad de los padres de la víctima, quienes buscaron aliviar el shock de la niña.
La niña fue internada luego de descomponerse mientras estaba en la escuela. En una guardia médica detectaron síntomas compatibles con un embarazo y ordenaron que se realizara una ecografía. Al mismo tiempo, sus padres –están separados– comenzaron a indagar para saber cuándo se produjo el ataque sexual y encontrar al responsable. Según trascendió, hay un adulto bajo sospecha, pero la causa judicial aún no tiene ningún imputado.
En Río Negro, la ley 4796 garantiza a las víctimas de violación el derecho a abortar, aunque el protocolo de intervención fija como fecha las 12 semanas de gestación. Según expresaron profesionales, el embarazo de la niña se descubrió justo en el límite para evitar el conflicto legal. Aunque no dio detalles sobre el caso, la directora del centro asistencial, María Luz Riera, aseguró: “Si una menor de edad estuviese embarazada por una violación, nosotros somos un medio para cumplir la voluntad de su familia, a través de la Justicia”.
En Tribunales también hubo recelo sobre el caso, aunque fuentes de la investigación aseguraron que no hubo presentaciones formales para que se autorizara el aborto, debido a que la nena estaba encuadrada dentro de las consideraciones de la ley. En este tipo de casos, los médicos no necesitan una autorización judicial, sino que la víctima –o sus padres cuando es menor– debe firmar una declaración jurada que asegure que el embarazo es producto de una violación.