En la localidad cordobesa de Cañada de Luque, una chica confesó que su mamá la maltrataba y la hacía pasar las noches junto con las aves.
“Mi mamá me pega y me hace dormir en el gallinero”, respondió Macarena, de tan sólo 4 años, ante la pregunta de la maestra de su escuela, quien desde hace un mes la veía llegar a clases con claros signos de maltrato.
El diálogo tuvo lugar esta semana en la escuela rural Guido Spano, en el pueblo de Cañada de Luque, ubicado 110 kilómetros al noreste de la capital cordobesa. Hace un mes, Soledad Isabel Sangoi, la maestra y directora de esa escuelita rural, venía notando que Macarena llegaba a clases con moretones y signos de violencia.
El martes pasado le preguntó que le había pasado, y la alumna contó que su mamá le pegaba frecuentemente y la exponía a durísimas condiciones. La docente, inmediatamente, hizo la denuncia ante la Policía, y el caso pasó a ser investigado por la Fiscalía de Instrucción de Jesús María, según informó al diario Día a Día el comisario mayor Humberto Quinteros, jefe de la Departamental Totoral.
La familia de la nena vive en el paraje Campo de Piedra, cerca de Cañada de Luque. La mamá, Anahí Vaselli, convive en una casa con sus dos hijos (Macarena, de 4 años, y un niño de 2) y su concubino, quien no pudo ser identificado.
Consultada por la directora, Vaselli se justificó diciendo que Macarena “es una criatura rebelde a la que hay que educar”.
Cuando la maestra intentó hacerla recapacitar, Vaselli le dijo: “Si es por golpes, mi concubino siempre me golpea a mí y hasta me amenaza con un arma”, según consta en la denuncia efectuada en la sede policial de Cañada de Luque.
“La nenita presentaba pequeños hematomas en su cuerpo, ahora hay que ver qué dice el examen médico. Se trataría de un caso de violencia familiar”, dijo el comisario Quinteros
“Mi mamá me pega y me hace dormir en el gallinero”, respondió Macarena, de tan sólo 4 años, ante la pregunta de la maestra de su escuela, quien desde hace un mes la veía llegar a clases con claros signos de maltrato.
El diálogo tuvo lugar esta semana en la escuela rural Guido Spano, en el pueblo de Cañada de Luque, ubicado 110 kilómetros al noreste de la capital cordobesa. Hace un mes, Soledad Isabel Sangoi, la maestra y directora de esa escuelita rural, venía notando que Macarena llegaba a clases con moretones y signos de violencia.
El martes pasado le preguntó que le había pasado, y la alumna contó que su mamá le pegaba frecuentemente y la exponía a durísimas condiciones. La docente, inmediatamente, hizo la denuncia ante la Policía, y el caso pasó a ser investigado por la Fiscalía de Instrucción de Jesús María, según informó al diario Día a Día el comisario mayor Humberto Quinteros, jefe de la Departamental Totoral.
La familia de la nena vive en el paraje Campo de Piedra, cerca de Cañada de Luque. La mamá, Anahí Vaselli, convive en una casa con sus dos hijos (Macarena, de 4 años, y un niño de 2) y su concubino, quien no pudo ser identificado.
Consultada por la directora, Vaselli se justificó diciendo que Macarena “es una criatura rebelde a la que hay que educar”.
Cuando la maestra intentó hacerla recapacitar, Vaselli le dijo: “Si es por golpes, mi concubino siempre me golpea a mí y hasta me amenaza con un arma”, según consta en la denuncia efectuada en la sede policial de Cañada de Luque.
“La nenita presentaba pequeños hematomas en su cuerpo, ahora hay que ver qué dice el examen médico. Se trataría de un caso de violencia familiar”, dijo el comisario Quinteros