Las perspectivas económicas para la Argentina el próximo año son moderadamente optimistas.
Distintos estudios aseguran que se espera un crecimiento en torno al 6% para todo el año. La inflación esperada se mantendrá en dos dígitos, continuando así el proceso de erosión sobre el modelo económico.
Este escenario genera cierto alivio para las administraciones provinciales que hoy están siendo asistidas en sus desequilibrios por la Nación. Las provincias de Neuquén y Río Negro no quedan fuera de este esquema.
El crecimiento económico, sumado al efecto inflacionario sobre los impuestos coparticipables ligados al consumo, proyectan un piso con ingresos adicionales para la región de unos 1.000 millones de pesos para todo el próximo año (ver infograma adjunto).
Este monto es el que se estima que llegará sólo por transferencias automáticas desde la Nación, fondos que contemplan la Coparticipación Federal de Impuestos (CFI), las leyes especiales y el Fondo Federal Solidario (la coparticipación del 30% de las exportaciones del complejo sojero).
Las proyecciones detallan que a Río Negro ingresarán por esta vía unos 3.150 millones de pesos en el 2011. La cifra refleja un crecimiento en valores absolutos de unos 570 millones de pesos, respecto del estimado para el cierre del presente presupuesto.
Para Neuquén, los recursos adicionales proyectados para el 2011 se ubicarían en los 410 millones de pesos.
Todas éstas son proyecciones macroeconómicas a las que se llegan por las estimaciones del crecimiento económico del año próximo, el precio internacional, el volumen de exportación de la soja para la próxima campaña y los efectos de la inflación (que se ubicaría en un piso del 18% anual) sobre los impuestos ligados al consumo.
A esta nueva bocanada de oxígeno que recibirán las arcas fiscales de la región, se le debe sumar la refinanciación de los pasivos que otorgó hace unos meses la Nación a las provincias (Neuquén todavía está negociando ingresar en el acuerdo) para la deuda pública que vencía en el segundo semestre de este año y todo el 2011. Tanto el capital como los intereses, que vencen en este período mencionado, se refinancian para comenzar a pagar a partir del 2012.
Con los mayores ingresos esperados y menores gastos por deuda prefinanciada, los gobernadores Jorge Sapag y Miguel Saiz encararán el año electoral que se avecina sin fuertes presiones presupuestarias. Sin embargo, no estarán ausentes en los próximos meses las demandas por aumentos de salarios. Con los actuales niveles de inflación es difícil que los gremios no salgan a pelear por una recomposición salarial. El manejo de esta variable será clave para llegar sin problemas a las elecciones.
Distintos estudios aseguran que se espera un crecimiento en torno al 6% para todo el año. La inflación esperada se mantendrá en dos dígitos, continuando así el proceso de erosión sobre el modelo económico.
Este escenario genera cierto alivio para las administraciones provinciales que hoy están siendo asistidas en sus desequilibrios por la Nación. Las provincias de Neuquén y Río Negro no quedan fuera de este esquema.
El crecimiento económico, sumado al efecto inflacionario sobre los impuestos coparticipables ligados al consumo, proyectan un piso con ingresos adicionales para la región de unos 1.000 millones de pesos para todo el próximo año (ver infograma adjunto).
Este monto es el que se estima que llegará sólo por transferencias automáticas desde la Nación, fondos que contemplan la Coparticipación Federal de Impuestos (CFI), las leyes especiales y el Fondo Federal Solidario (la coparticipación del 30% de las exportaciones del complejo sojero).
Las proyecciones detallan que a Río Negro ingresarán por esta vía unos 3.150 millones de pesos en el 2011. La cifra refleja un crecimiento en valores absolutos de unos 570 millones de pesos, respecto del estimado para el cierre del presente presupuesto.
Para Neuquén, los recursos adicionales proyectados para el 2011 se ubicarían en los 410 millones de pesos.
Todas éstas son proyecciones macroeconómicas a las que se llegan por las estimaciones del crecimiento económico del año próximo, el precio internacional, el volumen de exportación de la soja para la próxima campaña y los efectos de la inflación (que se ubicaría en un piso del 18% anual) sobre los impuestos ligados al consumo.
A esta nueva bocanada de oxígeno que recibirán las arcas fiscales de la región, se le debe sumar la refinanciación de los pasivos que otorgó hace unos meses la Nación a las provincias (Neuquén todavía está negociando ingresar en el acuerdo) para la deuda pública que vencía en el segundo semestre de este año y todo el 2011. Tanto el capital como los intereses, que vencen en este período mencionado, se refinancian para comenzar a pagar a partir del 2012.
Con los mayores ingresos esperados y menores gastos por deuda prefinanciada, los gobernadores Jorge Sapag y Miguel Saiz encararán el año electoral que se avecina sin fuertes presiones presupuestarias. Sin embargo, no estarán ausentes en los próximos meses las demandas por aumentos de salarios. Con los actuales niveles de inflación es difícil que los gremios no salgan a pelear por una recomposición salarial. El manejo de esta variable será clave para llegar sin problemas a las elecciones.