La presión la ejerce el desplome del precio internacional del petróleo. Kicillof quiere anunciarlo antes de fin de año. La Nación ofrece bajar el precio local de referencia del barril y las provincias percibirían menos impuestos por litro de combustible.
El ministro de Economía Axel Kicillof negocia con las provincias y con YPF una baja en el precio de las naftas de hasta 7 por ciento, según consignó anoche la agencia de noticias Bloomberg. Como en YPF no quieren perder ingresos, la baja provendría de quitar impuestos, ya que el 58% del preciodel litro de combustibles son tributos de todo tipo.
Los reclamos de varios sectores por el desplome del 40% del precio internacional del crudo, más la caída de las ventas en los surtidores impulsa al ministro Kicillof a una baja en los combustibles, insumo clave para la economía. Asimismo, el precio en los surtidores acumula varias subas este año. Hubo ocho ajustes entre enero y septiembre por un total de 38 por ciento.
El mercado petrolero local esta regulado y opera sobre la base de un precio de referencia de 84 dólares el barril, que hasta mediados de año resultaba inferior a la cotización internacional (en torno a los 100 dólares) pero que en las últimas semanas se ubica bien arriba de los 56-60 dólares que rige en el exterior.
Una modificación a la baja del crudo local podrá redundar en un menor precio final de los combustibles refinados pero resulta clave que dicha baja no termine afectando a las inversiones para exploración y producción de hidrocarburos, lo cual, en el caso de los yacimientos no convencionales en Argentina hoy requiere contar con un precio del barril en torno a los 78-80 dólares, de acuerdo con análisis del mercado de hidrocarburos.
Las provincias productoras también procuran preservar los actuales precios del crudo para no ver afectados sus ingresos por regalías y por ello el proyecto en estudio considera una reducción de la carga impositiva que aplica la Nación sobre los refinados, como un modo de "repartir las cargas" entre las tres partes y viabilizar la baja en los precios en las bocas de expendio.
La ecuación en estudio entonces combina una leve baja del precio del barril combinada con una menor carga fiscal en los refinados.
Una baja de los precios al consumidor, se estima, redundaría en una recuperación las ventas de combustibles, alicaídas en los últimos meses.
YPF cuenta actualmente con el 56 por ciento del mercado interno de los combustibles, lo que resulta una referencia ineludible para el resto de las compañías operadoras, sobre todo si no son petroleras integradas en toda la cadena de la industria.