Era trasladada en once frascos de champú por un ciudadano chileno.
PINO HACHADO (AZ).- Un operativo conjunto entre la Dirección de Aduanas y personal de Gendarmería Nacional permitió incautar ayer un cargamento de 11 litros de cocaína líquida en el Paso Internacional Pino Hachado.
En la zona es la primera ves que se detecta un cargamento de estupefacientes con estas características específicas. Por el hecho, quedó detenido un ciudadano de nacionalidad chilena que intentaba cruzar hacia su país con la droga oculta en un automóvil con patente trasandina.
El secuestro se produjo alrededor del mediodía de este jueves en medio de un importante flujo turístico de argentinos que pugnaban por salir del país en plan de compras a Chile. En ese contexto, llamó la atención de los investigadores la actitud nerviosa de un hombre de nacionalidad chilena que viajaba solo y en el baúl del auto llevaba una caja con once envases de champú.
Al parecer las botellas se encontraban abiertas y con signos de haber sido rellenadas. Esto motivó un análisis más exhaustivo por parte del personal de control aduanero quienes comprobaron que se trataba de cocaína líquida luego de realizar los reactivos de rigor.
Según se pudo establecer, no hay antecedente en los pasos de esta zona de la provincia de un cargamento de estas características. Se estima, que el peso total oscilará en torno a los 11 kilogramos y estaría valuado en varios miles de pesos.
El detenido fue puesto a disposición de la jueza federal de Zapala, Silvina Domínguez, quien luego de indagarlo deberá resolver su situación procesal.
La transformación de la cocaína en líquido es una de las técnicas más sofisticadas que los narcos desarrollaron para evitar ser descubiertos. Mediante un proceso químico, la droga líquida puede decantarse y volver a su estado original en polvo, luego de eludir los controles aduaneros.
En los últimos tiempos, se han ido diversificando los sistemas para evadir a las fuerzas de seguridad y uno de los principales es a través de la utilización de la cocaína líquida. A nivel internacional es habitual detectar cocaína en diferentes envases de comestibles. Una de las apuestas más riesgosas para los encargados de transportar la sustancia prohibida es ingerir bolsas de látex rellenas con esta sustancia. Si el envoltorio se revienta, el sujeto queda expuesto a un altísimo riesgo de muerte.