El vehículo quedó completamente destruido, pero afortunadamente los pasajeros pudieron salir todos a salvo. El micro había salido 23.30 de Bariloche.
Decenas de pasajeros se llevaron un enorme susto anoche cuando viajaban hacia Neuquén desdeBariloche al incendiarse el colectivo que los trasladaba. El fuego se desató a la altura de Collón Curá y afortunadamente no hubo heridos de gravedad, aunque algunas personas sufrieron algunas quemaduras leves.
El accidente se produjo cerca de las 2 cuando el micro que había salido 23.30 de Bariloche se prendió fuego. Los pasajeros se despertaron al sentir el humo y rápidamente el conductor detuvo la marcha. Todos lograron salir del colectivo y algunos con mucho coraje hasta alcanzaron a bajar el equipaje a través de las llamas.
"Fue en cinco minutos que el colectivo estaba completamente en llamas", expresó Eduardo Prueger, quien viajaba en el ómnibus siniestrado. En diálogo con LU5, detalló que se despertaron por el humo y enseguida vieron un resplandor que salía de abajo del colectivo y después escucharon el ruido del fuego.
De acuerdo a los primeros indicios, se cree que el incendio se habría originado por un cortocircuito debajo de la puerta de ascenso/descenso de pasajeros y la rueda delantera. Por este motivo, quienes viajaban en el piso inferior pudieron alcanzar a descender por la puerta de pasajeros, pero los demás debieron utilizar la de los conductores.
"Yo venía en el piso de abajo, donde siempre saco por un tema de seguridad", contó Prueger, quien es licienciado en Criminalística y especialista en Análisis e Investigación de Homicidios. En este sentido, explicó que ese es el lugar más seguro porque en caso de que el colectivo vuelque hay menor recorrido de impacto que estando en el piso superior, al igual que en caso de incendio, los pasajeros del piso inferior son los primeros en salir del habitáculo.
Afortunadamente, algunos con más rápida reacción que otros, las 58 personas a bordo (entre pasajeros y choferes) lograron salir del colectivo con lo puesto. Algunos más osados se atrevieron a abrir la compuerta de equipaje y retirar sus valijas, con el riesgo de sufrir algunas quemaduras, ya que el micro estaba envuelto en llamas.
"Los primeros salieron por la puerta de pasajeros, pero los otros tuvieron que bajar por la puerta de los conductores. Algunos, los más jóvenes, incluso saltaron por las llamas del apuro que tenían", detalló Prueger y agregó que hubo algunas personas que sufrieron algunos golpes y quemaduras leves.
Lo más llamativo fue que ni la ambulancia ni los bomberos nunca se acercaron hasta el lugar, mientras los pasajeros esperaron casi tres horas hasta que otro ómnibus se acercara a buscarlos. "Lo único que vimos fue la policía. Tal vez como no había heridos graves, no llegaron, pero había gente golpeada", dijo y destacó el trabajo de los choferes que "atravesaron el mismo peligro".
"Ellos tomaron el mando de la situación, se encargaron de ubicar el vehículo y como había un solo matafuego, no pudieron extinguir el origen del inicio del fuego, que rápidamente envolvió en llamas todo el colectivo por los materiales inflamables", explicó Prueger. Además, resaltó que no pudieron encontrar los matafuegos porque no tenían la iluminación correspondiente.
"Estábamos en el medio de la nada, con frío y confundidos. Fue muy difícil. Teníamos miedo de que quedara gente adentro, pero nos tranquilizamos cuando nos dijeron que estábamos todos. Alguien dijo estamos los 31", contó y detalló que hubo tres explosiones, la última del tanque de combustible.
Casi al mismo tiempo, salieron de Bariloche otros dos micros más de la empresa Vía Bariloche con destino a Neuquén y otro a Bahía Blanca. Al pasar por el lugar y ver al primer colectivo envuelto en llamas, la alarma entre los pasajeros aumentó, pero tras un diálogo entre los dos choferes, el ómnibus con destino hacia la capital neuquina continúo su marcha después de diez minutos.
Desde arriba, los pasajeros observaron a los viajantes del otro micro con caras de preocupación al costado de la ruta. "Se veía a algunos que abrazaban a los más pequeños como podían para taparlos del frío y a un par que pasaban con bolsos y valijas, pero eran los menos, la mayoría tenía lo puesto", comentó una pasajera del otro micro que también venía hacia Neuquén. El vehículo quedó completamente destruido.
Palabra de la empresa
Desde la empresa Vía Bariloche detallaron que la unidad siniestrada, el interno 7.172, es de origen brasileño, Marcopolo, y había sido incorporada a la flota hace muy poco tiempo. En declaraciones a ANBariloche la firma indicó que los sistemas de seguridad son los originales de fábrica y cuentan con la certificación correspondiente de todos los organismos de seguridad y control.
Desde Vía Bariloche agregaron que además "se procedió a salvar y resguardar las pertenencias de todos las personas que viajaban en el colectivo" y que se iniciaron las pericias correspondientes para tratar de determinar el origen del siniestro.
Decenas de pasajeros se llevaron un enorme susto anoche cuando viajaban hacia Neuquén desdeBariloche al incendiarse el colectivo que los trasladaba. El fuego se desató a la altura de Collón Curá y afortunadamente no hubo heridos de gravedad, aunque algunas personas sufrieron algunas quemaduras leves.
El accidente se produjo cerca de las 2 cuando el micro que había salido 23.30 de Bariloche se prendió fuego. Los pasajeros se despertaron al sentir el humo y rápidamente el conductor detuvo la marcha. Todos lograron salir del colectivo y algunos con mucho coraje hasta alcanzaron a bajar el equipaje a través de las llamas.
"Fue en cinco minutos que el colectivo estaba completamente en llamas", expresó Eduardo Prueger, quien viajaba en el ómnibus siniestrado. En diálogo con LU5, detalló que se despertaron por el humo y enseguida vieron un resplandor que salía de abajo del colectivo y después escucharon el ruido del fuego.
De acuerdo a los primeros indicios, se cree que el incendio se habría originado por un cortocircuito debajo de la puerta de ascenso/descenso de pasajeros y la rueda delantera. Por este motivo, quienes viajaban en el piso inferior pudieron alcanzar a descender por la puerta de pasajeros, pero los demás debieron utilizar la de los conductores.
"Yo venía en el piso de abajo, donde siempre saco por un tema de seguridad", contó Prueger, quien es licienciado en Criminalística y especialista en Análisis e Investigación de Homicidios. En este sentido, explicó que ese es el lugar más seguro porque en caso de que el colectivo vuelque hay menor recorrido de impacto que estando en el piso superior, al igual que en caso de incendio, los pasajeros del piso inferior son los primeros en salir del habitáculo.
Afortunadamente, algunos con más rápida reacción que otros, las 58 personas a bordo (entre pasajeros y choferes) lograron salir del colectivo con lo puesto. Algunos más osados se atrevieron a abrir la compuerta de equipaje y retirar sus valijas, con el riesgo de sufrir algunas quemaduras, ya que el micro estaba envuelto en llamas.
"Los primeros salieron por la puerta de pasajeros, pero los otros tuvieron que bajar por la puerta de los conductores. Algunos, los más jóvenes, incluso saltaron por las llamas del apuro que tenían", detalló Prueger y agregó que hubo algunas personas que sufrieron algunos golpes y quemaduras leves.
Lo más llamativo fue que ni la ambulancia ni los bomberos nunca se acercaron hasta el lugar, mientras los pasajeros esperaron casi tres horas hasta que otro ómnibus se acercara a buscarlos. "Lo único que vimos fue la policía. Tal vez como no había heridos graves, no llegaron, pero había gente golpeada", dijo y destacó el trabajo de los choferes que "atravesaron el mismo peligro".
"Ellos tomaron el mando de la situación, se encargaron de ubicar el vehículo y como había un solo matafuego, no pudieron extinguir el origen del inicio del fuego, que rápidamente envolvió en llamas todo el colectivo por los materiales inflamables", explicó Prueger. Además, resaltó que no pudieron encontrar los matafuegos porque no tenían la iluminación correspondiente.
"Estábamos en el medio de la nada, con frío y confundidos. Fue muy difícil. Teníamos miedo de que quedara gente adentro, pero nos tranquilizamos cuando nos dijeron que estábamos todos. Alguien dijo estamos los 31", contó y detalló que hubo tres explosiones, la última del tanque de combustible.
Casi al mismo tiempo, salieron de Bariloche otros dos micros más de la empresa Vía Bariloche con destino a Neuquén y otro a Bahía Blanca. Al pasar por el lugar y ver al primer colectivo envuelto en llamas, la alarma entre los pasajeros aumentó, pero tras un diálogo entre los dos choferes, el ómnibus con destino hacia la capital neuquina continúo su marcha después de diez minutos.
Desde arriba, los pasajeros observaron a los viajantes del otro micro con caras de preocupación al costado de la ruta. "Se veía a algunos que abrazaban a los más pequeños como podían para taparlos del frío y a un par que pasaban con bolsos y valijas, pero eran los menos, la mayoría tenía lo puesto", comentó una pasajera del otro micro que también venía hacia Neuquén. El vehículo quedó completamente destruido.
Palabra de la empresa
Desde la empresa Vía Bariloche detallaron que la unidad siniestrada, el interno 7.172, es de origen brasileño, Marcopolo, y había sido incorporada a la flota hace muy poco tiempo. En declaraciones a ANBariloche la firma indicó que los sistemas de seguridad son los originales de fábrica y cuentan con la certificación correspondiente de todos los organismos de seguridad y control.
Desde Vía Bariloche agregaron que además "se procedió a salvar y resguardar las pertenencias de todos las personas que viajaban en el colectivo" y que se iniciaron las pericias correspondientes para tratar de determinar el origen del siniestro.