El hecho sucedió el sábado, y, ayer, la víctima seguía internada en el Hospital Lagomaggiore a la espera de que le extraigan a la pequeña bebé de 8 meses de gestación sin vida. El ataque fue en la casa de su pareja de 18 años, quien está prófugo. “El papá de la bebé me golpeó”, explicó la joven a quien el domingo le hicieron el baby shower y el miércoles le comunicaron el fallecimiento.
La chica de 15 años tenía todo planeado desde el momento que se enteró de que estaba embarazada. Hasta le había comprado la ropa al bebé. Los primeros días de noviembre cumplió ocho meses de gestación y se enteró de que iba a tener una nena. Pero, la felicidad se terminó el sábado, cuando fue brutalmente atacada por su novio y padre de la criatura. “Me pegó dos patadas en la panza y me dejó encerrada”, contó ayer con dolor la adolescente en el Hospital Lagomaggiore, de Ciudad, donde permanece internada debido a que la criatura murió pero hasta anoche continuaba en su vientre. Por el conmocionante caso de violencia de género, la Justicia ordenó la detención del joven pero fue declarado prófugo.
El día del ataque, la adolescente –se reserva su identidad por ser menor de edad– fue al hospital porque perdió líquido amniótico y le ordenaron que hiciera reposo en su casa del barrio 17 de Noviembre.
El domingo realizó el baby shower junto con su familia y sus amigas pero no pudo participar porque se sentía descompuesta por las lesiones que tenía. El miércoles regresó al mismo hospital y le confirmaron que su hija, a quien iba llamar Mía Pilar, había fallecido. Los familiares hicieron la denuncia en la Oficina Fiscal Nº9 contra el agresor de 18 años y se libró la captura.
“El papá del bebé me golpeó”, así comenzó el diálogo la víctima, mientras intentaba reponerse en una habitación del segundo piso del efector público capitalino. Rodeada por sus familiares, brindó a El Sol detalles de lo que le ocurrió hace seis días. “Fue el sábado a la tarde en la casa de él”, dijo en referencia al agresor, quien fue identificado como Leonardo Sebastián Bejerano Siles, de 18 años.
La joven mujer llegó hasta el domicilio del padre de la pequeña, en el barrio Pedro Molina I. Eran las 18 cuando comenzaron una discusión. “Estábamos discutiendo y empezó a gritarme. Primero me pegó una piña en la boca, me agarró de los pelos y me empujó”, explicó con un tono bajo y pausado como consecuencia de las lesiones y la medicación que le submitraron para inducir el parto.
Y siguió: “Me resbalé y me caí a la acequia. Después me pegó dos patadas en la panza y me decía que me quería matar. Siempre estábamos peleando porque me decía que no lo fui a ver cuando estuvo en el COSE”. Es que el muchacho había salido hacía tres meses de la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil de Godoy Cruz por un robo, según explicaron los denunciantes. “No quería estar más con él”, agregó.
Además, la víctima de violencia de género comentó: “Recién a las 21 me pude escapar de la casa y el sábado a la noche vine acá (por el hospital) porque perdía líquido. El médico me dijo que no se sentían bien los latidos pero no me dejaron internada. Me dijeron que hiciera reposo en mi casa”. Y finalizó mientras agarraba la almohada y lloraba: “Me siento remal”.
“El domingo le hicimos el baby shower y teníamos los regalitos y la ropita”, contó su tía, Reggina Olivera (42). “Ayer (por el miércoles) volvió al hospital porque se sentía mal y ahí le confirmaron que la beba estaba muerta. Fue porque se quedó sin líquido”. Y se preguntó: “Si la vieron golpeada no sé por qué no la dejaron internada. Ahora le dieron una pastilla para que le den contracciones así se la pueden extraer. El médico nos dijo que murió por los golpes que le dieron”, se lamentó la mujer.
El hecho fue denunciado por un familiar, y los investigadores esperan la propia denuncia de la chica y los informes del Cuerpo Médico Forense para avanzar con el expediente (ver aparte).
En cuanto al sospechoso, los pesquisas señalaron que lo tienen identificado pero seguramente “ya lo hicieron escapar”.
“Ahora tenemos que estar con ella y apoyarla”
Los familiares de la adolescente de 15 años que perdió su embarazado por una golpiza de su pareja estaban ayer con ella y mostraron su dolor por la pérdida. La tía, Reggina Olivera, detalló que “ella quería tener a la bebé, siempre fue a los controles y tiene todos los papeles con los estudios. Le había comprado todo y tenía fecha para el 25 de diciembre, llevaba ocho meses de embarazo”.
Además, agregó: “Es muy buena, no se merece lo que le pasó. Ahora tenemos que estar con ella y apoyarla en todo sentido. Eso nos dijeron las psicólogas y las chicas de asistencia social que vinieron para ayudarla”. Sus allegados también mostraron su bronca por lo que ocurrió y, sobre todo, criticaron duramente la actitud que tuvo el muchacho de 18 años. “La madre de él miraba cómo le pegaba pero no hizo nada. Ahora vienen a llenarle la cabeza para que no los denuncie, y encima amenazan al hermano de ella que está en silla de ruedas”, concluyó.
Estará libre
El delito que recaería sobre el joven de 18 años que fue denunciado está calificado como aborto preterintencional. De acuerdo con el artículo 87 del Código Procesal Penal, “será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que con violencia causare un aborto sin haber tenido el propósito de causarlo, si el estado de embarazo de la paciente fuere notorio o le constare”, por lo que se trata de un delito excarcelable. Además, explicaron que, para que sea considerado un homicidio, el bebé tiene que nacer y estar vivo. Como la denuncia del familiar de la joven se hizo el miércoles, el caso recayó sobre el fiscal de turno Juan Ticheli. Sin embargo, como el ataque ocurrió el sábado, el expediente deberá ser instruido por el fiscal anterior, en este caso, el magistrado Tomás Guevara.