Neuquén sólo cumplió con dos puntos en el programa de igualación de las condiciones de las jubilaciones: el porcentaje de aportes y contribuciones y los años trabajados. Las autoridades dijeron que resistirán los cambios que pide el gobierno de Macri.
La caja de jubilaciones neuquina recibe unos 3.200 nuevos beneficiarios por año en función de los diez regimenes que administra.
El debate en torno a la armonización de los sistemas jubilatorios del país se pondrá nuevamente en agenda este 4 de octubre cuando se reúnan funcionarios del gobierno nacional, de la Anses y de las 13 provincias que no transfirieron sus cajas en la década del 90. La gestión de Mauricio Macri parece decidida a igualar las pautas previsionales de todas las jurisdicciones, objetivo que sentó sus bases con la sanción de la ley 27.260 de “reparación histórica a jubilados” el año pasado.
¿Qué tan lejos está Neuquén de la homogeneización pretendida? Hasta ahora, sólo tiene armonizados dos de los cinco aspectos que contempla la norma: los 30 años de servicio para acceder a la jubilación y el porcentaje de aportes y contribuciones al sistema (31% entre personales y patronales). Difieren el cálculo del haber inicial, que en la provincia es el 80% del salario actualizado percibido durante los tres años más favorables al trabajador; la edad de acceso a la jubilación ordinaria (60 en los varones y 55 en las mujeres con algunas excepciones como el escalafón policial y el docente); y el mecanismo de movilidad. En el sistema nacional, los haberes se actualizan dos veces al año mientras que, en la provincia, lo hacen cada vez que hay un aumento para los activos.
El universo de jubilados y pensionados del Instituto de Seguridad Social del Neuquén (ISSN) es de 21.646 beneficiarios, según el balance del 2016. Sus haberes fueron sostenidos con el aporte de 71.590 trabajadores activos, pero el número no alcanzó. La Anses cubrió parte del desfase con un envío de 500 millones de pesos y la cuenta cerró con un resultado negativo de 86 millones.
La ley estableció que, a partir del 2017 y hasta el 2020, “cada provincia podrá ver aumentada o reducida la asistencia financiera que recibe según sean el esfuerzo y voluntad de armonización demostrados”. Ayer, el gobernador Omar Gutiérrez reiteró que el 80% móvil no se tocará porque es “un precepto constitucional”. “No está dentro de lo que es nuestra agenda alguna modificación al respecto”, aseguró. También confirmó que la contribución prevista para ISSN este año es de 37,5 millones mensuales, a condición de que el organismo brinde información pendiente.
Desde la modificación de la alícuota de aportes y contribuciones, que los elevó en ocho puntos a principios del 2016, Neuquén no ahondó más en sus esfuerzos armonizadores. Para modificar otras pautas debería, necesariamente, reformar la ley 611 o incluso la Constitución Provincial. La ley 27.260 se ocupó de este último escollo estableciendo que, aquellas provincias con cláusulas constitucionales que impidieran la convergencia, deberían “proponer un esfuerzo mayor en otro concepto”.
La pretendida armonización levantó ayer numerosas voces oficialistas en contra, aunque la norma que abrió el proceso tuvo el respaldo de los diputados y senadores del Movimiento Popular Neuquino. La apoyó también Leandro López (PRO) y fue rechazada por Darío Martínez, Alberto Ciampini y Marcelo Fuentes (FpV). La emepenista Lucila Crexell, sin embargo, se opuso al artículo 27° que estableció el plazo de cuatro años para que las provincias adecuen sus regímenes.
El paraguas local lo abrieron el año pasado los diputados provinciales con la sanción de la declaración 1936 que manifestó su rechazo a “cualquier cambio en las condiciones de jubilación de los trabajadores de la provincia” y “a la propuesta denominada de armonización de sistemas previsionales provinciales”.