Como Cruella de Vil, la protagonista de "101 dálmatas", pero en la vida real. Una anciana estadounidense fue detenida por hacerse tapados con la piel de los gatos de sus vecinos.
El insólito caso ocurrió en Waco, Estados Unidos. La mujer, una ex diseñadora de modas de 85 años cuyo nombre no trascendió, está detenida y puede pasar un año y medio en la cárcel.
Las sospechas empezaron a recaer sobre ella después de que varios gatos del barrio desaparecieran misteriosamente. Al poco tiempo, los vecinos vieron a la mujer con particulares abrigos de piel, en los que algunos de ellos creyeron reconocer el pelaje de sus gatos.
La mujer negó las acusaciones al principio, pero tuvo que terminar admitiéndolas cuando un detective que contrataron los propios vecinos la filmó capturando a un gato.
Ya en su declaración en la Justicia, la anciana terminó confesando que al principio criaba a sus propios gatos para luego despellejarlos, pero que se empezó a encariñar con ellos y por eso salió a buscar "materia prima" para sus creaciones. Para cada tapado, necesitaba unos 30 animalitos. Cuando allanaron su casa tras la detención, encontraron unos 20 abrigos.
La anciana atraía a los gatos ofreciéndoles comida y luego, en su sótano, los despellejaba y secaba las pieles. Pero su crueldad no terminaba ahí: les daba de comer a los gatos que salía a "cazar" la carne de los que había matado antes.
"No puedo creer que estas atrocidades hayan ocurrido en nuestro jardín trasero. Los animales son nuestros hermanos y hermanas, y lo que ella hizo, a mis ojos, es comparable con un asesinato en masa", afirmó Jane Churchill, la vocera de la filial local de la entidad defensora de los animales PETA.
"Se llevó la vida de cientos de gatos para hacer abrigos de piel con ellos, es trágico. ¿Cómo reaccionaría la gente si alguien se hiciera abrigos de piel humana? Esos gatos eran seres vivos y todos los seres vivos son iguales para la madre Tierra. Espero que pase un largo tiempo presa", concluyó Churchill.