¿Puede El Niño generar lluvias y tormentas intensas en el norte patagónico? La respuesta, en este podcast de Enzo Campetella.
Primero que nada hay que comprender que El Niño es un fenómeno totalmente natural que ocurre con cierta periodicidad. En resumidas cuentas, está asociado con grandes cantidades de agua cálida que se desplazan desde el sudeste asiático hacia zonas cercanas a las costas sudamericanas en el Pacífico Ecuatorial. El eje de temperaturas más cálidas del agua oceánica se ubica a la altura de Perú.
Esto libera una gran cantidad de energía a la atmósfera, haciendo que la zona de lluvias y tormentas que generalmente se ubican en el sudeste asiático se movilicen hacia las costas de Perú, afectando mayormente a ese país, Bolivia y Ecuador.
Esta situación genera una modificación temporaria en la circulación atmosférica. En Argentina la zona más afectada es el centro y noreste del país que durante su influencia tiene una alta probabilidad de que las lluvias estén por encima de los valores promedio.
En el norte de la Patagonia la influencia es menor, salvo en años con Niño intenso como este, donde es más marcada, aumentando la probabilidad de que las lluvias se ubiquen por encima de los valores promedios históricos.
Cuando hablamos de este tipo de estimaciones lo hacemos en términos probabilísticos. La intensidad de los fenómenos estará luego dada por cada la situación en particular. Por ello, todos los modelos climáticos utilizados lo que nos permiten decir es que la probabilidad de que las lluvias se ubiquen por encima de los valores promedios históricos para el resto de la primavera y el verano en el norte de la Patagonia, es alta.
Otra consulta que recibimos está relacionada con los fenómenos de lluvias intensas que se dieron en Europa y cómo pueden afectar a nuestra región. La respuesta es simple: no pueden afectar a nuestra zona de ninguna manera ya que que son eventos que ocurrieron en el hemisferio norte asociados a la variabilidad climática natural de esa zona.
Lamentablemente se genera mucho "ruido" sobre estos temas porque mucha gente opina sin el conocimiento necesario para hacerlo. La sugerencia es que hay que buscar la explicación de mano de meteorológos que somos en definitiva quienes nos dedicamos a esto.
La preparación para adversidades meteorológicas debería ser permanente, no solo porque haya Niño o no. Fenómenos intensos cómo los que tuvo la ciudad de Neuquén hace un tiempo ocurren estadísticamente cada 40 años, y no necesariamente lo hacen porque estemos en un año con Niño.