Una mujer integrante del equipo de atención de los niños se contagió de coronavirus por violar el asilamiento social obligatorio.
La irresponsabilidad en época de pandemia puede costar muy caro. Más si se trata de una persona que trabaja en el equipo de atención de una unidad de terapia intensiva pediátrica, que desobedeció todo tipo de prohibiciones, fue a comer un asado y se infecto de COVID-19.
Por esto tuvieron que cerrar la terapia intensiva pediátrica de Allen y trasladar a los pacientes a centros de salud privados.
La gobernadora Arabela Carreras y el Ministro de Salud de Río Negro, Fabián Zgaib recorrieron el hospital de Allen y se reunieron con sus directivos y con la intendenta Liliana Martín. Mientras se desarrollaba esta visita de rutina, para estar cerca del personal ante la sitaución sanitaria por el coronavirus.
Casi al mismo tiempo, los niños internados en la única terapia intensiva pediátrica pública de la provincia tuvieron que ser trasladados a instituciones privadas, mientras que el personal quedó aislado. Es que se confirmó el caso de una mujer que forma parte del equipo de salud que dio positivo al hisopado.
Ante la pandemia, el hospital de Allen recibió la terapia intensiva pediátrica de Roca. Es que ante los operativos diagramados por el coronavirus y al reforzar la terapia intensiva del hospital López Lima, decidieron por precaución trasladarla.
Pero ante una irresponsabilidad de una integrante del equipo médico, que es de Roca pero trabaja en Allen, tuvieron que cerrar el lugar.