El abusador fue acusado por la Justicia por los hechos ocurridos entre 2003 y 2006 en Piedra del Águila.
Una adolescente de Piedra del Águila vivió un martirio a manos de un familiar, quien por seis años la violó en reiteradas ocasiones bajo amenazas y fuerza física.
Producto de los abusos, la joven quedó embarazada en dos oportunidades. Ahora, la Justicia acusó a su agresor y le prohibió acercarse a ella.
Los aberrantes hechos se conocieron ayer, en una audiencia realizada mediante videoconferencia, en la cual el fiscal Adrián Di Lillo acusó al hombre del delito de abuso sexual con acceso carnal, mediando violencia y amenazas, agravado por la guarda y aprovechando la situación de convivencia preexistente con una menor de 18 años, -continuado-. La pena que podría caberle va de 8 a 20 años de prisión efectiva.
Producto de los abusos, la joven quedó embarazada en dos oportunidades. Ahora, la Justicia acusó a su agresor y le prohibió acercarse a ella.
Los aberrantes hechos se conocieron ayer, en una audiencia realizada mediante videoconferencia, en la cual el fiscal Adrián Di Lillo acusó al hombre del delito de abuso sexual con acceso carnal, mediando violencia y amenazas, agravado por la guarda y aprovechando la situación de convivencia preexistente con una menor de 18 años, -continuado-. La pena que podría caberle va de 8 a 20 años de prisión efectiva.
De acuerdo con la teoría del caso que investiga la fiscalía, los hechos ocurrieron en fechas indeterminadas, entre octubre del 2003 y diciembre del 2009. Fue más tarde cuando la víctima pudo sacar a la luz el calvario vivido y denunciarlo.
Los abusos ocurrieron en forma continuada en diferentes casas de Piedra del Águila y, para cometerlos, el acusado ejerció violencia física y amenazas. Producto de las violaciones, la adolescente quedó embarazada en dos oportunidades.
Además, el representante del Ministerio Público Fiscal requirió que, como medida cautelar, se le imponga al agresor sexual la prohibición de acercarse a menos de 100 metros de la víctima, como así también de su madre y su hermana. Además, solicitó la prohibición de ejercer actos de violencia, intimidación, perturbación y/o cualquier tipo de contacto, ni comunicarse por sí o por terceros por cualquier medio.
"Las medidas son necesarias para esta instancia del proceso y, ante cualquier mínima transgresión, se requerirá una audiencia a los fines de evaluar medidas más graves", sostuvo Di Lillo, quien también pidió que no salga de la localidad y, en caso de necesitar hacerlo, pida autorización. Fundó las medidas en el peligro de entorpecimiento de la investigación.
Finalmente, un juez de garantías avaló los cargos y fijó cuatro meses para las medidas cautelares y para culminar la investigación.