Breve Reseña

Esta emisora de radio nace por una necesidad de comunicación que tenía la zona de Piedra del Aguila y sus alrededores.
Por aquellos tiempos un soñador llamado Oscar Isaac Lillo emitía por primera vez un 13 de octubre de 1986, la radio experimental Piedra del Aguila en amplitud modulada.
El objetivo siempre fue servir a las instituciones, destacar los parajes, sus pobladores (que por diversos motivos aun continuan aislados en zonas rurales), el mensaje comunitario, el llamado urgente etc., son frases que se destacan en la actualidad.
Los pobladores de estos lugares siempre están espectantes de la información y diversos acontecimientos que se producen en la localidad, en el País y el exterior debido a la cambiente realidad actual.
Hoy el medio de comunicacion va actualizandose tecnologicamente de acuerdo a las innovaciones que se producen en el campo de la radiodifusión.

Por la sequía, las represas generan la mitad de energía

La caída es sostenida desde 2008. Preocupa la falta de agua.

Las Represas comenzaron a juntar agua el invierno pasado. El panorama no es crítico, pero preocupa que el próximo año Hidrico siga siendo seco.

NEUQUÉN
Las represas de la región generan la mitad de la energía con respecto a los últimos años debido a la persistente sequía que afecta a los ríos Limay y Neuquén.
Según informó el representante de Neuquén en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), Elías Sapag, el descenso viene sostenido desde aproximadamente el 2008 por los distintos ciclos climáticos que afectaron a toda la región.
El ingeniero explicó que la capacidad de generación anual fue de 6300 gigawatts/hora cuando en los últimos 10 años la cifra alcanzaba los 12.000 y entre 2001 y 2007 llegaba a entre 14.000 y 15.000.
Si bien la situación es preocupante, la generación hidroeléctrica neuquina representa el 22 por ciento del sistema nacional. Y ante la falta de este recurso, existen otras fuentes de energía más importantes, como el gas, para atender las demandas del país.
Más allá de la escasez de agua, aún hay reservas en los embalses de Piedra del Águila como Alicurá, dos represas de punta (como la denominan los técnicos), que tienen capacidad de atender un pico de demanda energética inmediata.
100.000 hectáreas productivas Son las que deben irrigarse en toda la provincia. La gran mayoría lo hace por inundación.
Muy seco
Desde junio del año pasado la AIC venía anticipando que sería un verano complicado. Por eso en ese momento decidieron bajar la erogación de los caudales aguas debajo de las represas, a los efectos de almacenar la poca cantidad de agua que había y anticipando la situación después de los deshielos.
En efecto, ya no queda nieve y la recarga subterránea que puede tener la cuenca no se manifestó, por lo que comenzaron a desaparecer los caudales normales que tenían los ríos aguas arriba y los arroyos, de los que se alimentaban muchos pueblos, especialmente del norte de la provincia del neuquén.
La falta de agua, tanto para generar un buen volumen de energía como para el consumo de varias localidades o el riego de la producción frutihortícola no deja de ser un dolor de cabeza, tanto para las comunidades como para las autoridades de gobierno.
“Chocón es una represa de base que trabaja siempre al mismo ritmo. Piedra y Alicurá son de altura (o de punta), para responder a una demanda inmediata”. Elías Sapag Representante de la provincia de Neuquén en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas
Riego y consumo
“La gente de aguas abajo de las represas tienen la suerte de que hay agua almacenada en los embalses para el riego, el consumo y la generación de energía. Ahora, aguas arriba ya estamos lamentando la situación en algunas localidades del norte”, indicó Sapag.
Chos Malal, Huinganco, El Cholar, El Huecú, Taquimilán o Andacollo, todos aquellos pueblos que tienen pequeños arroyos que hoy aparecen como secos ya se encuentran en una situación muy complicada y necesitan asistencia inmediata.
“Aguas abajo de las represas el problema se puede manejar, pero aguas arriba es algo imposible”. Elías Sapag Representante de la provincia de Neuquén en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas
Opciones
El referente de la AIC dijo que se está tratando de captar vertientes, a pesar de que estas recargas subterráneas no pueden tener todo el tiempo que se necesita (hasta abril o mayo). Pero podría ser una solución.
Otras opciones son aumentar las reservas, es decir, los tanques de agua que pueda tener cada comunidad a los efectos de tener un mayor plazo de abastecimiento, o perforaciones y captaciones desde los cauces de los ríos.
“El EPAS puso a disposición todos los equipos y el Gobierno declaró la emergencia a los efectos de disponer rápidamente recursos para que no falte el agua. Y si faltara, que se tomen las medidas para llevarla, como está ocurriendo ahora en Caviahue. Se la está llevando desde el arroyo Dulce en camiones”, explicó el ingeniero de la AIC.
“Todo el mundo se rasga ahora las vestiduras, cuando nosotros lo venimos denunciando hace rato. No es justo que maten al mensajero”. Elías Sapag Representante de la provincia de Neuquén en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas
“Todos se tienen que involucrar con los ríos”
NEUQUÉN
La fuerte polémica que se generó en torno a la contaminación de los ríos y que hasta derivó en una causa judicial contra miembros de la Autoridad de Cuencas también fue abordada por el ingeniero Elías Sapag, aunque el funcionario le bajó el tono a la discusión.
“Somos una entidad en la que trabajan 50 personas y que siempre creció con profesionalismo”, indicó.
Sapag dijo que no le parecía mal que “la sociedad reaccione y que la Justicia actúe”, aunque aseguró que todos tienen que estar involucrados en el problema del agua. El funcionario también desmintió que los dos ríos estén afectados por hidrocarburos, elementos pesados, fertilizantes o insecticidas.
Reconoció que lo que existe es la contaminación con efluentes cloacales debido a “un mal funcionamiento o no funcionamiento de las plantas de tratamiento” y por la irresponsabilidad de algunos vecinos que se conectan ilegalmente y que vuelcan líquidos cloacales a arroyos como el Durán, que desemboca en el río.