La Justicia rionegrina autorizó la supresión del apellido paterno de una niña de siete años. Su padre la abandonó a poco de haber nacido.
El padre literalmente "se borró" cuando la niña transitaba por la primera semana de vida. Y ahora, siete años más tarde, la Justicia rionegrina autorizó la supresión del apellido paterno en el DNI.
Así lo resolvió la Cámara Civil de Viedma, tras una presentación judicial realizada por la madre. Fuentes judiciales indicaron que los informes psicológicos y sociales dieron por acreditado que la niña “jamás conoció” a su padre biológico “ni tuvo ningún tipo de contacto con él”.
Es más, el padre “siempre estuvo al margen de la vida de su hija, manifestando total desinterés en mantener comunicación”, dijeron las mismas fuentes; para agregar que ni siquiera contestó la notificación de la Cámara.
Ese desapego fue uno de los argumentos de la Justicia para autorizar el cambio en el DNI.
“En el caso resulta determinante la conducta y postura procesal desplegada por el progenitor, denotando ello un total desinterés y desapego de su rol paterno”, indicaron los jueces. Tras la resolución, la niña sólo lleva el apellido materno. Aunque, en rigor de verdad jamás se la identificó con el de su padre.
Tal es así que en su resolución la Justicia ponderó “que es su abuelo materno quien desempeña el rol de padre y a quien llama papá; que se identifica con el apellido materno; que así la conocen desde siempre en la familia, en la escuela y en el barrio”.
Además, advirtió que “si bien por su corta edad no es del todo consciente que porta el apellido paterno, se infiere que en el futuro el uso de ese apellido podría generarle una crisis de identidad".