Desde la AIC aseguraron que el temporal ayudará a recuperar el caudal de los ríos. Sin embargo, por el bajo nivel que registran el Limay y el Neuquén se necesitan más precipitaciones. Pese a los problemas generados, la acumulación es normal.
La región acumula un año y medio de sequía. En Arroyito el río muestra su menor caudal.
El representante neuquino en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), Elías Sapag, indicó que el temporal de nieve que afectó a la provincia en los últimos días ayudó, pero no alcanzó para recomponer el nivel de los embalses. “Estamos contentos, pero no nos animamos a mostrar los dientes para una sonrisa”, afirmó el funcionario, quien señaló que harán falta más lluvias en la cordillera.
“Evidentemente, la acumulación de nieve, sobre todo en la cuenca del río Neuquén, ha sido muy generosa y estamos muy próximos de la acumulación media para el mes en el que estamos. Todavía queda un mes de invierno y falta acumular la misma cantidad: tenemos 1,80 metros y tenemos que llegar a 3,5 metros. Pero digamos que la meteorología nos está ayudando”, explicó Sapag.
Por la prolongada sequía, la AIC resolvió este año adelantar el cierre de temporada de riego más de un mes y a cuidar el agua de las hidroeléctricas sobre el río Limay. Las nevadas que se registraron el último fin de semana en el norte y sur de la provincia ilusionaron a muchos con una mejoría, pero desde la institución prefirieron ser cautos.
“Lo que pasó es todo nieve, escarchilla, hielo y frío, por lo tanto, no se vio reflejado en los ríos. Con el aumento de la temperatura, posiblemente, todas las nieves bajas que son las de las ciudades, rutas, nos den algún aumento no significativo pero importante para nosotros, habida cuenta de que los embalses siguen estando muy bajos. Apenas hemos recuperado 1,5 metros de El Chocón, apenas 70 centímetros de Cerros Colorados. Es evidente que todavía estamos en déficit con respecto a la media”, indicó Sapag.
Aseguró que “es un año mucho mejor que el que pasó”, pero que se mantendrá la precaución de ahorrar. Para que las condiciones mejoren, hacen falta más lluvias y humedad, aún en la primavera. “Estamos viendo que agosto puede dar una buena respuesta, pero esperemos y analicemos”, pidió el funcionario.
El río Neuquén es de tipo niveopluvial, por lo que su caudal depende en mayor medida de la nieve. En cambio, el Limay y su principal afluente, el Collón Cura, son pluvionivales, con influencia de la lluvia mucho mayor.
“Necesitamos humedad y lluvia con temperaturas moderadas, porque si suben demasiado obviamente se va a derretir nieve más allá de los 1200 metros y eso va a ser un problema”, anticipó Sapag.
A mitad de camino
1,80
metros de nieve es el nivel que se acumuló con las últimas tormentas en la cuenca del río Neuquén.
3,50
metros de nieve es lo que según la AIC requiere la cuenca del Neuquén para poder recuperar su caudal.