Fue en un accidente ocurrido cerca del lago Nahuel Huapi, en jurisdicción neuquina. El conductor falleció y el vehículo llevaba televisores LCD y otros artículos que no fueron devueltos.
La Volkswagen Amarok del Incaa volcó cerca del destacamento policial Nahuel Huapi.
El 26 de septiembre de 2016 Esteban Luis Sardi, de 31 años perdió la vida al volcar en la ruta 237, cuando regresaba a Buenos Aires luego de participar de un Festival Audiovisual en Bariloche. El hombre murió en el acto.
Intervino en el accidente personal policial del destacamento Nahuel Huapi, dependiente de la Comisaría 28 de Villa La Angostura, ubicado en el límite entre Río Negro y Neuquén. Sardi trabajaba para Incaa TV (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) y viajaba en una camioneta oficial del organismo. Llevaba televisores LCD y otros artículos de proyección para el cine móvil, elementos que tras el vuelco quedaron desparramados a orillas del río Limay, a la altura de Rincón Chico.
Como suele suceder en los accidentes, personal policial recogió las cosas que habían quedado en el lugar y las llevó al destacamento Nahuel a modo de “custodia”,para luego entregárselas al organismo.
Según fuentes judiciales, un representante del Incaa se presentó en el destacamento y la policía le entregó, en teoría, todos los elementos encontrados. El hombre no sabía qué cosas había exactamente en la camioneta, por lo tanto no advirtió qué faltaba.
Un oficial nuevo en la unidad descubrió la maniobra: el jefe a cargo de la dependencia y otro subalterno ocultaron varios elementos de valor dentro del destacamento y no le informaron al representante del Incaa. De esta manera, según la acusación de la fiscalía, intentaron quedarse con las cosas. Había pasado una semana del trágico accidente.
El policía honesto radicó la denuncia directamente en la fiscalía de Villa La Angostura.
Hubo un intento de juicio abreviado en marzo pasado, en el cual los policías imputados reconocerían la culpabilidad, pero finalmente se presentaron con abogado defensor de Neuquén y desistieron del acuerdo.
Finalmente la fiscalía continuó con la causa y ahora espera la contestación de la defensa y que se fije fecha para la audiencia de control de acusación, el paso previo al juicio.
El Incaa no se presentó como querellante, pero colaboró con la fiscalía. Hay unas 20 declaraciones testimoniales, al margen de la denuncia del policía y cruzamiento de datos.
Los dos policías están acusados de “peculado”, cuya escala penal es de 1 a 7 años de prisión. Aunque como la calificación es en “grado de tentativa”, la pena es menor y sería excarcelable. No obstante, la condena también incluiría la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Actualmente los dos efectivos involucrados siguen trabajando en la fuerza policial. Uno de ellos habría sido trasladado a Neuquén.
El dato
7
Años de prisión e inhabilitaciòn perpetua es la pena máxima que corresponde por el delito imputado a los policías.