Los niños iban todos a una iglesia de Cutral Co
Diez chicos que asisten a una iglesia de esta ciudad se habrían intoxicado con la planta conocida vulgarmente como laurel de jardín o de adorno (no comestible) y entre los síntomas descriptos por algunos de los padres figura la pérdida de pelo y uñas, además de fiebre y llagas.
Un grupo de padres visitó a radios locales para alertar a la población sobre los peligros de la planta cuyo nombre científico es Nerium oleander, más conocida como laurel de jardín, por sus vistosas flores. Esta planta es peligrosa si se tiene contacto con ella, si es olfateada y si se ingiere.
Una de las madres comentó que el primer síntoma que detectó en sus niños fueron las ronchas. "Le aparecieron a mi nene en todo el cuerpo, lo llevé al médico y me dijeron que podía ser un virus y le dieron antibióticos", aseveró.
Fue difícil detectar el problema para los adultos ya que desconocían el potencial de la planta y recién lo notaron cuando los síntomas se repitieron entre adeptos a la misma iglesia.
"Como mi hijo estaba mal no fui a la iglesia por un tiempo y después me avisaron que otros chicos tenían los mismos problemas o más graves" relató una de las madres.
El grupo de madres y padres detalló que los más afectados fueron los menores de 5 años y que una nena que se introdujo la planta en la boca, sin tragarla.
Sin embargo, no se explicó en qué circunstancias los niños entraron en contacto con la planta ni de qué manera ellos determinaron que esa era la causa del malestar de los chiquitos.
La madre de una niña detalló impresionada el efecto que tuvo sobre su hija: "Es increíble porque a medida que va cambiando sus uñas, se le van cayendo".
Los padres comentaron que hay un total desconocimiento de parte de la comunidad de los efectos de esta planta que se encuentra en lugares públicos de la comarca petrolera. "Se encuentra frente a la sala velatoria, hay plantas frente a una heladería y en una farmacia de la calle Roca. Además se venden en viveros por más de $ 100".
La planta fue retirada y quemada por los padres de la iglesia, que no identificaron, aunque después se enteraron de que si no se saca de raíz, vuelve a crecer por lo cual permanecen en alerta.