Entre el embalse de Alicura y el río Traful hay ocho centros de engorde de peces. Son los más sanos de Sudamérica y con ese sello ganan mercado en EE. UU.
No reciben medicamento, condición determinante para que ingresen a los circuitos comerciales más exigentes. Proyectan incrementar la producción.
Exigentes controles periódicos. Operarios del Centro de Ecología Aplicada de Neuquén (CEAN) despliegan rigurosas verificaciones a lo largo del proceso productivo.
La abuela dice que “lo importante es que sea sanito” y los lagos neuquinos lo cumplen.
En ellos nadan los peces más sanos de Sudamérica ya que el agua pura permite que estén libres de siete enfermedades. Los establecimientos acuícolas lo saben y le dieron valor a las truchas naturales que conquistan el mundo.
Técnicos del Centro Regional Patagonia Norte del Senasa desarrollaron, en los últimos días, como cada año, el muestreo sanitario de organismos acuáticos.
En el embalse Alicura y en el río Traful funcionan ocho establecimientos de engorde de peces. El Senasa declaró libre de enfermedades infecciosas que son comunes en otros ambientes acuáticos.
Manila S.A. produce en esta zona para exportar y Eduardo Rottari, uno de sus dueños explicó que la sanidad del agua le permite a todos los productores trabajar óptimamente y a ellos llegar a Whole Foods Market, que es una cadena muy importante de productos naturales de los Estados Unidos.
La firma es la mayor proveedora de truchas, gracias a la sanidad de los ejemplares.
“La primera condición para comprarnos es que los pescados no tengan remedios de ningún tipo y solo es posible criarlos en aguas absolutamente limpias. Esto no es posible en muchos lugares”, dijo Rottari.
Por otra parte, los alimentos no pueden tener harinas de animales que no sean acuáticos, por lo que las producidas tienen el sabor de una trucha silvestre.
Para el mantenimiento de esta área se ejecuta un plan anual de vigilancia que contempla diversas acciones de monitoreo. En ese contexto, profesionales de Senasa contaron que el “objetivo es mantener un sistema de vigilancia epidemiológica para controlar las enfermedades de los salmones y preservar el estatus sanitario alcanzado, el cual nos diferencia de otros países y del resto de nuestro territorio nacional”, detalló el inspector veterinario Eduardo Thern.
En el embalse Alicura se producen más de 1000 toneladas. Unas 200 que produce Manila van a exportación y el resto se vende en la zona.
Según Rottari, la actividad puede crecer sin afectar la sanidad y vaticinó que será así: “El crecimiento de la actividad deberá suceder, porque estos espejos de agua tienen asignadas una cantidad de toneladas máximas de producción y estamos muy por debajo de la mitad de eso”.
“El Centro de Ecología Aplicada de Neuquén (CEAN), por otra parte hace los controles permanentes y funciona bien”, añadió Rottari.
Exigentes controles que garantizan estatus
La cuenca alta del río Limay es libre de enfermedades, según la resolución 375 de 2013.
Quienes ingresen desde Chile deben presentar certificado de desinfección de equipos y embarcaciones.
Para obtener el certificado se puede consultar la página www.sernapesca.cl.
Se hacen envíos semanales por vía aérea
Manila es una empresa que vive en dos provincias: Neuquén y Río Negro. Tiene el criadero en Alicura y la planta de faena en Bariloche y sólo se dedica a la exportación de trucha fresca y congelada .
“Se exporta vía aérea. Todos los viernes, mandamos productos frescos, solo refrigerado con hielo, de Bariloche a Ezeiza y de ahí a Miami y a todo Estados Unidos y cada 40 días un contenedor de producto congelado”, contó Rottari.
Por otra parte, resaltó que la gran ventana para entrar al mundo es que sea natural. “Salís del commoditie y es difícil ser competitivo siendo un productor chico. Acá hay un nicho que cuesta más hacer pero deja sus frutos”.