Bariloche.- Desde hace un tiempo, que al ermitaño del Collon Cura -Libertador Argentino Aranea- lo estaban ayudando a sobrevivir, dándole comida, ropa, construyéndole una casa nueva y brindándole afecto.
Durante las fiestas de fin de año y los días posteriores, al hombre se lo vio borracho, sin ropa y un tanto perdido por momentos. Un grupo de voluntarios comenzó a pedir que no le llevaran bebidas alcohólicas y decidió organizarse para limpiar el predio.
Retiraron más de una tonelada de basura, ratas vivas y muertas y mucha comida que se pudrió allí. La limpieza se hizo mientras se llevaron a Libertador Argentino a que sea atendido en el hospital de Piedra del Águila.
Allí lo asearon, le cortaron el pelo y la barba y le están haciendo todos los chequeos médicos. Por ahora sigue en el nosocomio, en observación, pero viviblemente sano y sin enfermedades.
Dos hermanas suyas viajaron desde Viedma para hacerse cargo del hombre y decidieron reinsertarlo en la sociedad y que no vuelva a vivir al Collon Cura, entendiendo que si continúa con la vida que llevaba hasta hace poco, no logrará vivir mucho tiempo más.
Una sobrina que reside en Piedra del Águila y que tiene un cargo público, también es parte de la recuperación de Libertador.
Por ahora es atendido con mucha amabilidad en el hospital mencionado y poco a poco logra socializar y mantener un diálogo con familiares y profesionales. Un cuidador terapéutico se encarga de Aranea y de que retome una vida normal, para poder vivir muchos más años entero y con salud.
La idea de su familia es que no regrese más a su antigua vida, solo en el Collon Cura, bajo temperaturas gélidas en invierno, sin servicios y sin más compañía que algún animal salvaje o mascota.
Los médicos están sorprendidos, porque pese a haber vivido tanto tiempo en esas condiciones, su estado general de salud es bueno. No le encontraron ni piojos si quiera, pese a convivir con mucha basura a diario.
Libertador no conoce la tecnología, por lo que la televisión o los teléfonos son nuevos para él y suele exaltarse con los fuertes volúmenes o los sonidos de las pantallas.
Su familia espera que se recupere pronto y que poco a poco pueda irse readaptando. Tal vez regrese a su casa en Collon Cura, pero solo de visita y esperan que pueda adaptarse a una vida más “normal”, en la ciudad de Viedma o incluso, en Piedra del Águila.
Se ha pedido que nadie lo vaya a visitar para no alterar la calma del nosocomio ni la del paciente. En el último tiempo, mucha gente se acercaba a ayudarlo y a colaborar. Pero también hubo gente a la que solo le llamaba la atención el personaje y se sacaba fotos con él, como si fuera una personalidad. Algo similar ocurrió cuando se enteraron que estaba internado en Piedra del Águila.
Libertador Argentino Aranea, a sus 69 años, se está reencontrando con parte de su familia y solo quiere estar en paz.