SUBEN Y SUBEN LOS PRECIOS
Paso una semana de las elecciones legislativas en la Argentina, ese mismo domingo, pasadas las 10 de la noche en plena espera del escrutinio definitivo la noticia estrella fue el aumento del 10% en combustible. La última suba de este rubro se había dado el 2 de julio y las petroleras ya venían preparando el ajuste en los surtidores tras la devaluación y la liberación de los precios del crudo luego de 16 años, por lo que cada empresa definió el precio de venta al consumidor.
Ahora, el Gobierno de Cambiemos propone subir las alícuotas que pagan las gaseosas, los cigarrillos y las bebidas alcohólicas, en la reforma impositiva que presentará. Según las empresas de esos sectores, ya pagan impuestos elevados, asimismo, estaría en revisión una exención que poseen los fabricantes de champán, salvados de una alícuota de 12% desde 2005 por el Poder Ejecutivo.
En los tres sectores machacan que "están al límite” y que "no aguantan un impuesto más, provocaría un deterioro del consumo”.
En las tabacaleras, el primer impuesto que llaman se llama Fondo de Asistencia del Tabaco (FAS)y es del 7% sobre el precio final del producto. En el marco legal, ese impuesto puede llegar a ser del 21% sobre el precio total del producto, pero el Poder Ejecutivo lo viene exceptuando y colocándole al 7%. El siguiente tributo es el FondoEspecial del Tabaco (FET).
Mientras que las compañías de gaseosas argumentan que casi la mitad de su precio (el 49%) es carga tributaria, mientras que las tabacaleras repiten que un 79,8% del precio de los cigarrillos está compuesto por impuestos.
Por su lado, las cervezas pagan un 8,7% de impuestos internos, sobre un total de 52,3% que tributan. En el caso de los espumantes, disfrutan una exención impositiva del 12% para alentar a las economías regionales, en especial de la región cuyana. También podría haber un cambio (20% de impuestos) en vinos y espumantes.