El ex gobernador tenía 83 años. El gobierno declara duelo provincial. Fue parte trascendente de la historia provincial.
Con Pedro Salvatori, fallecido este viernes emblemático, se ha ido la presencia física de buena parte de la historia provincial de Neuquén, a la que quien fuera gobernador entre 1987 y 1991 contribuyó con ideas y trabajo desde el primer gobierno de Felipe Sapag, en 1963, cuando hacía apenas cinco años que estos lares habían dejado de ser territorio y para ser Estado autónomo.
Salvatori estuvo en aquel equipo inicial de planificadores que juntó Sapag para constituir el Copade. El ingeniero aportó conocimiento y estrategia y su destino quedó desde entonces absolutamente ligado al desarrollo provincial.
En la década del 80, cuando se recupera la democracia, fue ministro de Economía, y después catapultado a la candidatura a gobernador cuando –por primera vez en Neuquén- se llegó al fin de un período institucional de gobierno. Salvatori encabezó la lista Celeste, que enfrentó a la Blanca que lideraron Luis Jalil y Federico Backer, en lo que fue la primera interna con urnas del MPN.
Ganó Salvatori aquella primera batalla, en tiempos del gobierno de Raúl Alfonsín, con quien estuvo en la celebración del aniversario número 100 de Chos Malal, y con quien compartió muchos encuentros en aquella primera democracia tras la dictadura. Tuvo que enfrentar en Neuquén la hiperinflación, la inestabilidad, la presión de los sindicatos del Estado en un momento fuerte de crisis económica, y condujo aquella etapa con muy buen manejo político, convocando al diálogo intersectorial.
Fundó pueblos, dio origen a la creación del himno y la bandera de la provincia, habló de la conjugación del progreso con la justicia social, peleó por la industrialización del gas en origen, sentó las bases de la energía geotérmica, y después de su mandato, siguió trabajando, y lo hizo hasta hace muy poco, dirigiendo la Agencia de Desarrollo, comandando la búsqueda de inversiones para seguir desarrollando esta provincia que amó profundamente.
Salvatori figurará desde ahora entre los próceres del MPN y entre los hombres importantes que contribuyeron a la Provincia, superando, como lo han hecho todos los grandes, las mezquindades que alguna vez todos hemos padecido.
Rubén Boggi