Una joven y una nena muertas en un choque frontal. Otros cuatro están graves, entre ellos un bebé de 2 años.
SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM).- Una mujer y una niña fallecieron en el acto y al menos otras cuatro personas sufrieron heridas de gravedad, entre ellas un bebé de dos años, como consecuencia de un violento impacto frontal entre un auto y un furgón, ocurrido ayer sobre la Ruta Nacional 237 a unos seis kilómetros de Piedra del Águila.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Eve Silvina Rojas, de 27 años, y Damaris Aleman, de 5 años.
El impacto fue a la salida de una curva, a la izquierda (sentido San Martín-Piedra del Águila), con terreno peraltado. (Foto gentileza Defensa Civil - Piedra del Águila)
En el Renault Sandero Stepway se desplazaban seis personas, al parecer provenientes de San Martín de los Andes y que se dirigían al Alto Valle de Río Negro. Se trata de las familias Serpa y Aleman. El conductor y otro hombre, que resultaron heridos con múltiples traumatismos, se desempeñan como personal militar en el Regimiento Cuatro de San Martín de los Andes, según se supo extraoficialmente.
Los cuerpos de la niña y de la joven, que iba sentada como acompañante, permanecieron durante algunas horas en el interior del automotor, cuyo frente quedó reducido a una masa informe de hierros.
Los heridos más comprometidos, un hombre y un bebé de dos años, fueron extraídos por personal del hospital de Piedra del Águila y la Policía de Tránsito, cuyo operativo estuvo a cargo del subcomisario Héctor Corzo.
Dos de las víctimas fueron primero hospitalizadas en Piedra del Águila y luego derivadas a un centro asistencial de la ciudad de Neuquén, mientras que las otras dos fueron trasladadas directamente al Hospital Regional de la capital provincial.
Los datos preliminares recogidos por este diario indicaban que al menos dos de los lesionados presentaban fracturas y traumatismos de cráneo.
A su turno, el vehículo furgón de la empresa postal OCA era conducido por Darío Constanza, quien estaría fuera de peligro.
La colisión se produjo alrededor de las seis a la altura del kilómetro 1.437 de la Ruta Nacional 237.
El sector no ofrece riesgos potenciales por el estado de la calzada, que es bueno, y el siniestro se produjo en condiciones ideales de buen tiempo, con visibilidad adecuada.
Tampoco, a primera vista, se aprecian evidencias de una maniobra brusca y prolongada ni de la participación de terceros, como pudiera haber sido la presencia de otro automotor en fuga o un animal que haya precipitado el desenlace.
El conjunto de esos datos, en principio, alimenta una de las hipótesis de los investigadores, en el sentido de que alguno de los conductores pudiera haber entrado en somnolencia.
Como fuere, desde la ciudad de Neuquén arribaron peritos para realizar las comprobaciones de rigor, con las que se espera determinar la dinámica del luctuoso hecho.
En igual sentido podría ser relevante el testimonio de algunos de los involucrados, cuando estén en condiciones de declarar ante las autoridades y se resuelva la situación de los respectivos conductores, tratándose de un caso con fatalidades.
Como se apuntó, el choque fue frontal y se produjo con tal energía liberada al momento del impacto, que desplazó el motor del Sandero hacia el habitáculo e hizo volar cientos de trozos de plástico, metales cristales.
Bajo la coordinación de los jefes de la Policía de Tránsito, se organizó un desvío del tráfico para permitir el trabajo de los rescatistas y luego de los peritos. El tránsito fue normalizado poco después del mediodía.