El congreso aprobó la ley, ahora sólo falta la ratificación de la gobernadora para que se comience a aplicar la pena.
Para que los prisioneros pudieran tener libertad condicional, deberían someterse a un tratamiento de castración química
La castración química como pena para pederastas está cerca de ser aprobada en Alabama. El congreso local aprobó una ley en la que se solicita como castigo a violadores y abusadores menores de 13 años, que para salir de la cárcel deberían haberse sometido a la administración de medicamentos antiandrogénicos para cambiar su conducta sexual.
En la ley se establece como castración química a "la recepción de medicamentos, incluido, entre otros, el tratamiento con acetato de medroxiprogesterona o su equivalente químico, que, entre otras cosas, reduce, inhibe o bloquea la producción de testosterona, hormonas u otros productos químicos en el cuerpo de una persona".
La ingesta de las medicinas debería comenzar por lo menos un mes antes de que el prisionero saliera de cárcel al cumplir su condena o fuera puesto en libertad condicional. El tratamiento continuaría hasta que la corte determinara que ya no es necesario.
Si el criminal interrumpiera la ingesta de medicamentos por su cuenta, tendría regresar de inmediato a la prisión, dicta la ley que fue aprobada por el congreso local el martes pasado.
En caso de que la gobernadora ratificara la legislación, el pago de los químicos utilizados para la castración química correrían por parte del delincuente. Y, en caso de que decidiera no someterse al proceso, se le podrá negar la libertad condicional.
El promotor de la iniciativa fue el republicano Steve Hurts, quien contestó a la polémica acerca de que es inhumano aplicar este tipo de castigos, preguntando "¿Qué es más inhumano que el abuso a niños", y explicó que para él un delito de esa magnitud en el que los niños quedan afectados de por vida, son necesarios grandes castigos.
Además, el legislador indicó que de aplicarse la castración química, los casos de violaciones a niños y niñas podrían disminuir considerablemente.
La realidad de esta medida ahora está en manos de la gobernadora del estado, Kay Ivey. Es necesario que la ratifique para que entre en vigor. De hacerlo, la ley sería aplicada en los tres meses siguientes y se sumaría a California, Florida, Georgia, Iowa y Luisiana, estados que también han aprobado que esta pena llegue a sus prisiones.
Sin embargo, el camino no es fácil para Ivey. Ahora se enfrenta a grupos opositores de este tipo de medidas que entre otras cosas argumentan que de llevar a cabo la sanción se violaría la Constitución de Estados Unidos, ya que que prohíbe "castigos crueles e inusuales" a cualquier ser humano sin importar su condición.
También iría en contra de opiniones médicas que comentan que la castración química no eliminará los casos de pederastas, pues el impulso, comentan, no sólo corresponde a una característica biológica, sino que también se relaciona con trastornos psicológicos.